Una triste despedida a una temporada hecha para soñar

La afición apoya antes del partido y pide responsables al acabar

17 jun 2019 / 09:16 H.

No pudo ser. El Algeciras supo jugar mejor sus bazas, pero la afición del Real Jaén volvió a demostrar estar a la altura de las ocasiones. No hubo una entrada como ante el Racing de Ferrol ni el recibimiento al autobús del equipo fue tan multitudinario, pero tampoco existía una opción de ascenso directo en caso de pasar la eliminatoria, por lo que en parte era lógica que la euforia no se desatara en tan alta medida. Aun así, los fieles no fallaron. Más de dos horas antes del inicio del encuentro los aledaños del Estadio de La Victoria eran un hervidero de camisetas blancas, optimismo y ganar de que el árbitro indicara el inicio para empezar a empujar al Real Jaén.

Llegó algo más tarde de lo previsto la expedición jiennense, no sabemos si esperando a que se congregara más gente —pues las peñas citaron a los aficionados a las 18:45 horas— o fue casualidad. La realidad es que, aunque se estuvo a la altura del partido que se jugaba, no fue tan multitudinaria como hace dos semanas. Volvieron a haber cánticos, bengalas y muchas ganas de victoria, eso no podía fallar, pero de manera más comedida. Era un presagio de la entrada que habría en el estadio, que esta vez se quedó en unos 8.500 espectadores, lejos del lleno y bastante por debajo que en la primera de las eliminatorias. Pudo influir el jugar media hora más tarde, pero sobre todo el saber que, aunque se lograra la remontada, el festejo al terminar el partido no sería grande.

A pesar de todo, en el campo se empujó, se cantó y se animó desde mucho antes del inicio del partido como solo lo hace la afición de un campeón, porque no importa el número de gargantas, sino estar ahí siempre, como lo están la gran mayoría de los aficionados de este Real Jaén.

El tempranero gol de Pablo Ganet fue un jarro de agua fría, pero con más de 70 minutos por delante la confianza en el equipo, que había llegado varias veces a puerta era total y absoluta.

Acto. Se llegó al descanso por detrás y fue tiempo de que la acción pasara al palco. El presidente del club, Tomás Membrado, aprovechó la ocasión para felicitar al nuevo alcalde de la ciudad, Julio Millán, por su puesto, añadiendo que desde el Real Jaén estaban “contentos” con los resultados y apuntando que “el PSOE siempre se ha portado muy bien con el club” antes de hacer un brindis en honor de Millán.

De vuelta al terreno de juego, los ánimos de enfriaron con el paso de los minutos, hasta que algunos comenzaron a abandonar La Victoria y otros a pedir la dimisión de Germán Crespo. Un triste final para un equipo hecho para ascender a Segunda División B.