Una mujer percibe al año casi 3.900 euros menos que un hombre
Uno de los sectores más “sangrantes” es la agricultura, con diferencias en el sueldo de hasta un 40 por ciento
La igualdad en el trabajo es un espejismo. Así, al menos, lo pone de manifiesto un informe de Comisiones Obreras (CC OO) en el que denuncia que la brecha salarial entre hombres y mujeres es, en la actualidad, del 24,1%, de forma que, de media, un varón cobra casi 3.900 euros al año más que una fémina. En una provincia olivarera como Jaén la situación es aún más preocupante, ya que, según CC OO, uno de los sectores “más sangrantes” es la agricultura, donde ellas reciben hasta un 40% menos. De acuerdo con el sindicato hay más datos “espeluznantes”, como el hecho de que una de cada 2 trabajadoras tenga un sueldo inferior al salario mínimo interprofesional (SMI) y que la tasa de empleo a tiempo parcial haya subido hasta el 31,3%, “lo que esconde, en realidad, una economía sumergida”. Precisamente hoy se conmemora el Día Europeo contra la Discriminación Salarial, un problema que “va en aumento”. El informe de CC OO resalta que esta “amplia brecha” propicia también otra en el resto de rentas, de forma que una mujer percibe, de media, casi 3.000 euros menos por desempleo que un hombre. Además, de las desempleadas, prácticamente la mitad lleva más de 2 años en paro y casi una cuarta parte, por encima de 4.
Por su parte, la coordinadora provincial del Instituto Andaluz de la Mujer, Beatriz Martín, subraya que existen diversos factores que influyen en la brecha, como la “discriminación directa”. Es decir, que puede haber casos en que no reciban el mismo sueldo aunque hagan el mismo trabajo. “A ello se une el hecho de que las mujeres soporten el peso del trabajo no remunerado del hogar y del cuidado de los niños, lo hace que tiendan a trabajar un menor número de horas. Además, los sectores en que las mujeres predominan ofrecen salarios más bajos que aquellos en que predominan los hombres, lo que se conoce como segregación horizontal”, dice. Resalta que, al intentar conciliar, ellas tienen más probabilidad de no ser designadas para puestos de responsabilidad, lo que llama segregación vertical.