Una bandada de grajos se adueña de la Plaza Rosales

Como en una película de Hitchcock. Así se sienten los vecinos del barrio de San Juan. El centro histórico de la capital está invadido por los grajos, un ave de la familia de los cuervos que se ha asentado en la Plaza Rosales. La suciedad es “impresionante”. “El suelo se llena de los excrementos de los pájaros”, explica la presidenta de “Torre del Concejo”, María Ángeles Barranco, que describe la situación como “lamentable”. La falta de higiene en pleno centro de la capital es una denuncia que realizan los residentes desde hace tiempo y que ahora cobra relevancia con la repentina presencia de los grajos. Los servicios de limpieza han pasado “más de una vez” desde que se instalaron, “pero es inútil”, al día siguiente otra vez está la superficie bajo los árboles salpicada con los deshechos de los animales. “Y no solo ahí”, apunta Barranco, y continúa: “También afecta a los edificios y, en especial, a los canalones, que se pueden obstruir, lo cual será un grave problema para cuando empiecen las lluvias este otoño”. Del mismo modo, representan un peligro para las zonas verdes, pues perjudican a las plantas y a su proliferación.

La contaminación sonora es otro de los inconvenientes que provocan los grajos. “Es un ruido muy molesto, increíblemente fuerte”. Desde la asociación vecinal sugieren la poda de los árboles como solución. “Mientras se deciden desde el Ayuntamiento a actuar, podrían pasar las máquinas de limpieza más a menudo, porque el problema persiste”, recuerda.

La presidenta del colectivo vecinal reclama que el barrio recupere “el valor que se merece y que se debe cuidar”. “Por muy bonitos que sean los Baños Árabes y su entorno, los turistas que han pasado por aquí estos días se quedan con muy mala imagen del casco histórico de la ciudad por culpa de la suciedad”, dice.

Manuel Serrano, coordinador del Partido Animalista (Pacma), propone el uso de piensos esterilizantes para controlar la población de aves urbanas como las palomas, las cotorras, los tordos o, como en este caso, los grajos. “Es un alimento que no afecta a otras especies y muy eficaz para combatir la reproducción masiva”. Sin embargo, Serrano subraya lo “complicado” de iniciar estas campañas. “Hay que acostumbrar a los animales a comer en un lugar determinado y se debe esperar hasta ver los resultados que, según se han comprobado en otras ciudades como Barcelona o Valencia, son muy efectivos”. “Cortar los árboles es una barbaridad y no sirve de solución porque las aves anidarían en otro lugar, aparte de maltratar la escasa zona verde que queda en Jaén”, afirma.

Desde la Concejalía de Mantenimiento Urbano aseguran que la poda “está contemplada, pero en su momento, cuando los árboles recojan savia de las copas”. Asimismo, respecto a las aves, afirman que se estudiará el asunto próximamente “para ver posibles actuaciones”.