Un sentido y juvenil pregón para el Corpus

María Hervás fue la encargada de realizar un discurso divertido y ameno para dar la bienvenida a la celebración

17 jun 2019 / 18:09 H.

Arranca la celebración del Corpus Christi de villacarrillo con el tradicional pregón que abre la semana eucarística en la que esta ciudad aumenta su actividad religiosa, en una de las celebraciones con mayor proyección exterior y que además es sustentada por una gran implicación social, gracias al trabajo de centenares de vecinos que cada año aportan su esfuerzo para que la procesión del Santísimo Sacramento sea grande. Este año el comienzo de la celebración corrió a cargo de una joven pregonera, Antonia Hervás. Villacarrillense afincada en Madrid junto a su familia, que de nuevo se reencuentra con la tarea de pregonar una actividad religiosa en esta ciudad, ya que hace pocos años también se encargó de realizar el pregón de la Semana Santa. Fue entonces algo diferente, ameno y entretenido, por lo que, en esta ocasión, desde la Adoración nocturna decidieron confiar de nuevo en ella.

Una encomienda que no defraudaba a nadie, para hablar de lo importante de esta celebración religiosa a nivel eucarístico y sobre todo de villacarrillo y su Corpus. Ella defiende el que la juventud tiene mucho que aportar y que se debería contar más con los jóvenes para este tipo de menesteres. Su mensaje fue seguido atentamente por todos los que se congregaron en el teatro Coliseo, marco de este importante evento en el que además se entregó el premio del XXXIV Certamen Literario Eucarístico de ámbito nacional.

En esta ocasión el ganador fue el sacerdote afincado en Galicia, Lázaro Domínguez, profesor en el Ferrol que presentó el trabajo a la sagrada eucaristía bajo el lema Corpus Christi. Autor de varios trabajos literarios, algunos de ellos premiados en diferentes lugares del territorio nacional, no pudo asistir a la gala de Villacarrillo porque había sido operado esta misma semana, siendo excusado por la organización, pues es requisito indispensable acudir a leer el trabajo en el acto del pregón. Su falta fue suplida por su sobrino, José María Mayoral Domínguez.