Un fin de fiestas por todo lo alto

F inal de unas grandes fiestas en las calles de la capital. Como si del juego de la oca se tratase, los vecinos de Jaén pudieron ir de una barriada a otra para dejarse invadir del buen ambiente que desprenden los festejos de algunos barrios. El primer fin de semana de julio, el protagonismo se lo llevaron El Tomillo y Santa Isabel. En el caso del primero, el último de sus grandes días estuvo repleto de actividades en las que divertirse. La jornada comenzó con un campeonato de tiro al plato, una carrera para las jóvenes promesas del deporte del barrio y la final tanto de dominó como de futbolín. Para combatir las temperaturas veraniegas, el mediodía fue el momento para compartir una comida “de socios”. Las últimas horas de los festejos se dedicaron a nuevas finales deportivas y, sobre las nueve de la noche, los vecinos y visitantes pudieron deleitarse con la Banda Municipal de Jaén y la actuación del mago Resmyn. El final se anunció por los aires, con fuegos artificiales que hicieron brillar, aún más, un barrio situado en un lugar privilegiado de la capital. Los vecinos cerraron, un año más, unas fiestas en las que la ilusión ha marcado cada una de las jornadas festivas.

No fueron el único barrio en el que se impuso la diversión como norma durante el fin de semana. En Santa Isabel, los vecinos respondieron y fueron muchos los que se echaron a la calle para participar en las diversas actividades preparadas para este año. El último día se reservó para compartir una gran paella elaborada por la junta directiva de la asociación de vecinos y ofrecida por Manuel Díaz “El Panceta”. Unas horas en las que los asistentes “hicieron piña” hasta bien entrada la tarde. La última actividad, que puso el final a cuatro días de actividades, fue la entrega de los premios.

En ambos barrios, los presidentes de las asociaciones destacaron “el gran ambiente que se han vivido estos días” con actos de relevancia, tales como el pregón ofrecido por el alcalde, Julio Millán, el pasado viernes en las fiestas de El Tomillo, o la procesión de Santa Isabel, que ocupó gran parte de la tarde del sábado en el barrio que lleva su nombre y que congregó a un gran número de devotos que asisten puntuales a una cita sumamente “especial”. Así se pone fin a la primera cita con los barrios de la capital en julio.