San Juan tiene buenos amigos

Francisco Jesús Castro Liébanas es, a sus 25 años, el presidente de asociación de vecinos más joven de la capital. Está al frente de Torre del Concejo, el colectivo ciudadano del barrio de San Juan que tomó su nombre de uno de los monumentos más simbólicos de la ciudad, el torreón en el que está el reloj oficial de la capital, anexo al templo, una obra que data del siglo XIV, levantada sobre una antigua mezquita y que, además de para fijar los husos horarios de los jiennenses, era el campanario que servía para alertar de cualquier peligro. Estas manecillas no se mueven desde hace años. La asociación no sabe ya cómo pedir que este edificio, con su reloj incluido, se ponga en valor. También le duele la boca a Castro de exigir que se ponga en marcha el Plan Especial de Protección y Reforma Interior del Casco Histórico, una suerte de plan urbanístico específico de la parte más antigua de la ciudad que el líder vecinal cree que si fuera efectivo contribuirá a ofrecer una imagen adecuada del barrio, atractiva para propios y extraños y acorde a una lugar con tanta historia.

Hay más problemas en San Juan y el colectivo ciudadano los lidia como puede, hace un año, Castro dijo que se veían obligados a dejar su sede, en la Plaza de los Rosales. Aseguró que, por un alarde de abandono de la Administración local, el edificio no estaba en unas condiciones dignas. La remodelación de la plaza donde está la sede, precisamente, fue inaugurada por Carmen Peñalver, alcaldesa socialista, en 2009, junto con la que era presidenta de la asociación por entonces, María Cantos, la flamante segunda teniente de Alcaldía ahora, tras concurrir en las pasadas municipales como cabeza de lista de Ciudadanos y lograr su partido 4 concejales que le facilitaron al PSOE, con 11, llegar a la Alcaldía 11 años después de Peñalver.

Y es que se puede decir que estar al frente de Torre del Concejo curte, en apenas año y medio como cabeza de Torre del Concejo, Castro ya logró movilizar a sus vecinos para reclamar más inversiones del anterior Gobierno local, forzar una moción del pleno para evitar la ruina de la calle Alegría, en abril de 2018 y aún sin cumplir, o elevar al Parlamento andaluz el problema de infravivienda de la capital jiennense. A la fuerza ahorcan. Aun así, esta entidad se mueve más allá de la queja, con el objetivo de dinamizar el barrio y fomentar su autoestima y, por ello, rinden mañana tributo a sus pioneros, en el marco de su tradicional verbena, en la que se anuncia la presencia de los actuales responsables municipales, con el alcalde, Julio Millán, que es del barrio, a la cabeza. “Queremos hacer un homenaje en nuestros 30 años a personas y o colectivos que marquen un antes y un después en las vidas de la gente”, asegura Castro. Los galardonados son Rafael Cámara, presidente de Iuventa, por su defensa del patrimonio jiennense; Nicolás Ortíz, articulista del Diario JAÉN “defensor del viejo Jaén y de sus costumbres”. “San Juan , su barrio, siempre fue un lugar de soñadores , de poetas, de músicos y pintores”, dejan claro, y el Hogar de Santa Clara, de Cáritas, abierto de par en par para los que nada, ni lo más básico, tienen.