Sabina “redescubre” su ciudad

San Lorenzo podría albergar un concierto acústico del nuevo trabajo del autor

09 sep 2016 / 13:30 H.

Emocionante y muy ajetreada fue para el cantautor ubetense, Joaquín Sabina, la jornada del pasado jueves 8 de septiembre. Sobre las once de la mañana, los miembros del colectivo “Peor para el sol” esperaban en el patio del Hospital de los Honrados Viejos del Salvador a su ídolo, pues Sabina tenía previsto realizar una visita privada a la exposición “Gatagatos”. Al terminar de recorrer la muestra, el cantante manifestó que le había parecido “preciosa, elegante y sin pretensiones”.

Después de abandonar la exposición, Sabina se desplazó a la calle Mesones, donde el pasado lunes el artista Miguel Ángel Belinchón, Belin, acababa un grafiti neocubista sobre el cantautor ubetense.

Fue un visto y no visto, Joaquín compartió unas breves palabras con Belin y se marchó del lugar. Afirmó el artista linarense que le gustó cómo había quedado el mural. A continuación de estas dos visitas fugaces, Joaquín Sabina se trasladó a San Lorenzo, sede central de las jornadas sabineras, para reunirse con un grupo de “feligreses” y en donde el artista se abrió y habló de temas muy diversos.

Afirmó Sabina que el primer año no asistió a las jornadas por vergüenza y pudor. “En las jornadas he encontrado un público que es el público que uno sueña, que no sabía que existía, un público civilizado, gozador de la buena poesía, exquisito, esa fue para mí una gran sorpresa, por eso he vuelto este año y lo haré siempre que pueda”, manifestó el cantautor.

“De toda la gente que ha habido aquí estos días y el año pasado, el que más ha disfrutado he sido yo, porque ha sido como cerrar un círculo nefasto y volver a encontrarme con mis paisanos como yo quería que fueran y no eran”, reconoció Sabina.

“El cuerpo cada vez me pide más volver a Úbeda, porque para mí, las ciudades, aparte de los monumentos, que a Úbeda le sobran, son la gente que las habita, y la ciudad de la que yo me fui era siniestra, donde mandaban curas y militares y de un conservadurismo roñoso y atroz, y ahora la ciudad es joven, nueva, democrática, abierta y sin prejuicios”.

El cantautor adelantó que tiene una idea o utopía, y es que no quiere que la magnífica biblioteca que posee de primeras ediciones termine vendida en un rastrillo cuando muera. Aclaró que no hay ningún tipo de compromiso, pero una de las cosas que le ronda la cabeza es que acabe en Úbeda: “La alcaldesa interesada y yo contento”, sentenció Sabina.

En relación a la gira de su nuevo disco, que está previsto que salga en diciembre, manifestó: “Tengo la intención de hacer aquí aunque sea en formato acústico un concierto. Pero aquí con un contrabajo, con Leiva, dos guitarras y algo de percusión, creo que puedo comprometerme a buscar un día, no he dicho me comprometo. Para mí sería una de las cosas más felices de la gira, que va a ser muy gorda”. Sabina acabó dando las gracias a los asistentes.