Quejas vecinales por ratas en la calle Arquitecto Berges

Residentes de una de las calles más céntricas de la ciudad piden al Ayuntamiento que desratice y acabe con la “plaga” de molestos roedores

21 jul 2016 / 19:12 H.

“Son tan grandes como conejos. Y no es una, ni dos. Son muchas”. Quien se queja amargamente es Alberto Rueda, un vecino de la calle Arquitectos Berges. Lógicamente, no habla de algo agradable, sino que se refiere a ratas. No es el único residente de está céntrica zona de la ciudad que protesta por la presencia de estos animales tan poco apreciados. De hecho, los vecinos están recogiendo firmas para pedir al Ayuntamiento que tome cartas en el asunto y acabe con este problema. “Hasta ahora, cada vez que hemos avisado de lo que pasaba, no nos han echado cuentas. Aquí no ha venido nadie a desratizar, a pesar de que hemos llamado en varias ocasiones”, explica Alberto Rueda.

La calle es una de las más lujosas de la capital y cuenta con varias dependencias oficiales, como el Palacio de Justicia, la Comisaría o la sede del Instituto Andaluz de la Juventud. Los vecinos aseguran que no se trata de un problema nuevo: “Ratas siempre ha habido, lo que ocurre es que, en las últimas semanas, la situación se ha agravado enormemente. Hay montones”, aclara Alberto Rueda, que se ha visto obligado a precintar todas las puertas para evitar que estos molestos animales se cuelen en su casa. Otros vecinos de la zona también han hecho lo mismo. “Intuimos que pueden venir de las alcantarillas o de las zonas ajardinadas que hay en la calle Cruz Roja o en la calle Las Minas”, sostiene. Ayer mismo, Alberto Rueda vio cómo un coche atropellaba una rata de gran tamaño, que cruzaba por mitad de Arquitectos Berges. Es la foto que ilustra esta información.

Los expertos aseguran que las altas temperaturas y las lluvias registradas durante la primavera están detrás de la explosión demográfica de las ratas. El Ayuntamiento tiene concertado con la empresa FCC el control de las plagas de estos roedores. En septiembre del año pasado, hubo que esforzarse a fondo para terminar con la presencia de estos animales en otras zonas del centro de la ciudad. En concreto, trabajaron en la Plaza de la Libertad, Navas de Tolosa y Los Jardinillos.