Pacma denunciará “el intento de lanzar la pava”

El colectivo animalista pide responsabilidades por la fiesta de Cazalilla

05 feb 2018 / 10:43 H.

Manuel Serrano, portavoz del Partido Animalista Contra el Maltrato Animal (Pacma) en Jaén, Manuel Serrano, prevé denunciar ante las autoridades el “intento de lanzamiento” de una pava durante las fiestas patronales de San Blas, en Cazalilla. Asegura que esta tradición “está muerta” desde que, en 2016, el Obispado decidiera mantener cerrada la puerta del campanario de la iglesia de Santa María Magdalena, lo que impide la tradicional suelta del ave desde la torre hacia la plaza.

En declaraciones a Europa Press, Serrano que afirma antes de estas celebraciones, el Pacma había solicitado ya al Ayuntamiento de Cazalilla, gobernado por el socialista Manuel Jesús Raya, y a la Delegación Territorial de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural que adoptasen “medidas cautelares y administrativas” para impedir que la tradicional procesión fuese rematada con el conocido lanzamiento de una pava a la plaza de la iglesia, abarrotada de público tras el cortejo.

Este rito, con 175 años de historia a sus espaldas y la creencia de que quien se apoderase de la pava gozaría de suerte y fortuna, ha sido fuertemente criticado por los colectivos ecologistas, que lo han denunciado año tras año por el sufrimiento al que se somete a la pava. El vicario general de la Diócesis, Francisco Juan Martínez, llegó a afirmar que la pava no volvería a ser lanzada desde la torre de la parroquia.

Dado el caso, en 2017 los defensores de este festejo se tuvieron que conformar con lanzar la pava desde una terraza, aunque el animal prefirió quedarse por los tejados antes que sobrevolar la plaza. Fruto de tales hechos, tres vecinos del municipio fueron objeto de sanciones, en concreto el que soltó la pava desde la terraza, la persona que se apoderó del ave y un tercer vecino que la paseó por el pueblo. Cada uno de ellos afrontó sanciones de 2.001 euros por vulneración de la Ley de Protección Animal y de 600 más por alteración del orden público, si bien al igual que en ocasiones anteriores, los vecinos del municipio se organizaron para costear de manera comunitaria el pago de las multas.

El alcalde indica que el lanzamiento del sábado fue efectuado “sin que se sepa quién ni cómo” y nuevamente acabó con el ave por los tejados. El Pacma atribuye a la Junta “gran parte de la culpa”.