Messi lidera al mejor Barça de la temporada

Victoria en Wembley con buen juego y fallos defensivos

04 oct 2018 / 09:50 H.

E l FC Barcelona ganó al Tottenham Hotspur en Wembley (2-4) en la segunda jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones y sigue contando los partidos por victorias, al contrario que unos “Spurs” que siguen sin puntuar y que no salieron más heridos del espectáculo dirigido por Leo Messi por su buena fortuna. Perdió el Tottenham y estuvo metido en el partido con el 2-3 —pese al 0-2 al descanso— al marcar sus goles en lo que poco que produjo a nivel ofensivo y gracias a que Leo Messi estrelló dos balones en el palo nada más iniciarse la segunda parte que, de haber entrado, hubiera finiquitado el duelo mucho antes. Un partido loco, con muchos goles y algunos de bella factura, emoción y dos equipos que lo dieron todo para llevarse el gato al agua; y éste maulló en tonos blaugranas. Messi se fue contento, con una ‘master class’ más ofrecida y dos goles más que anotar a si ficha. Pero no sólo marcó y estrelló el balón al palo por partida doble, movió el balón y mandó como nunca. El tempranero gol de Philippe Coutinho, como extremo zurdo y dejando su sitio en el centro del campo a un buen Arthur, que ofreció sus mejores minutos como blaugrana, dejó al Barça en una situación de privilegio. Le costaba al Barça marcar en la “Champions” lejos del Camp Nou, y el tanto del brasileño enseñó el camino a sus compañeros. Llega el Barça a los 600 goles en la Liga de Campeones, y lo hace en un Wembley mágico donde ganaron la competición en 1992 y en 2011. Messi, clave en esta segunda cita, estuvo inconmensurable, pero fue una labor coral bajo la batuta del 10’ El Tottenham, dolido por los dos golpes iniciales, estuvo roto y solo reaccionó temporalmente tras sus goles, pero sin llegar a poder tutearse con su rival. Abrió la lata Coutinho aprovechando una gran cesión de Jordi Alba, que recogió un pase largo milimétrico de Messi, y una mala salida de Hugo Lloris, que regresaba a los terrenos de juego tras lesionarse en agosto y pagó su falta de ritmo competitivo. Era el minuto dos, y en el 28 Ivan Rakitic se sacó una volea en el aire de la manga, bella y plástica como pocas y que entró tras dar en el palo, para ampliar el marcador en el Estadio de Wembley.