Marta le saca los colores a la sanidad pública

Mi padre ya está bien, menos mal, solo faltaba que no, después de tantos días”, deja claro, ya contenta y tranquila, Marta Hidalgo Serrano, una jiennense, residente en Madrid, que acompañó a su padre a las Urgencias del Complejo Hospitalario. Fue el pasado miércoles, relata, pero las pruebas para determinar los daños del infarto cerebral sufrido no se las hicieron hasta 5 días después, cuando, como pudo averiguar, el protocolo fija que sean 48 horas. “A esto hay que sumarle las condiciones deplorables de la habitación: los sillones rotos, cubiertos sucios, enchufes en mal estado, el mando de la cama con los cables pelados”, relata. A los tres días, tras recibir explicaciones como que la máquina de las resonancias estaba rota y no se usaba el fin de semana, se decidió a narrarlo todo en su Facebook. Hasta ayer por la tarde, esta entrada había sido compartida 7.477 veces y tenía 2.356 me gustas y 1.235 comentarios.

“A raíz de la gran repercusión, conseguí hablar por teléfono con la delegada de Salud, Teresa Vega”, desvela, y asegura que la política le reconoció que hay carencias en la sanidad pública. Después, comenzaron a repararse todos los desperfectos, con lo que se decidió a volver a contar lo sucedido a través de Facebook y dice que, desde entonces, son muchas las personas que contactan con ella para explicarle situaciones que, dice, “me parten el alma”. “No tienen que arreglar la habitación de mi padre, sino todas”, denuncia y anuncia que, en su próxima visita a la capital, presentará una reclamación por los conductos ordinarios. Salud elude responder estas quejas en Facebook y recuerda que existe un servicio para ello en los centros hospitalarios.