Marcha histórica por la esperanza de la ciudad

Más de 30.000 personas se echan a la calle para pedir soluciones

15 sep 2017 / 11:08 H.

El 14 de septiembre de 2017 quedará para siempre en la memoria de muchos linarenses. Muchos vecinos de un municipio que ayer se echó a la calle y que en su gran mayoría podrán decir que estuvieron allí, y que formaron parte de la gran manifestación por el futuro y la dignidad de Linares. En total, más de 30.000 ciudadanos, según fuentes del Cuerpo Nacional de Policía, y superando los 35.000, según la plataforma organizadora, fueron “todos a una por Linares”. Lo que se traduce en más de la mitad del censo de un Linares, que actualmente no llega a las 59.000 personas. Media ciudad se lanzó ayer a protestar por una situación que ya muchos no pueden soportar, y que ha dejado en Linares el triste récord de ser el municipio con más desempleo de todo el país.

El gentío comenzaba desde las 18:00 horas a llegar al Paseo Virgen de Linarejos, una hora antes de la convocatoria oficial. En la Glorieta de las Américas, rodeando la estatua de Andrés Segovia, se comenzaron a acumular los vecinos, no solo de Linares, sino de toda la provincia. Y es que, al llamamiento respondieron con especial interés ciudadanos de Bailén, Andújar, Úbeda, Baeza, La Carolina, Jabalquinto o la mismísima capital. Otra gran mayoría decidió esperar en los laterales de la avenida peatonal para unirse posteriormente a la marcha, ya que en algunos casos era imposible el acceso de más personas. De esta forma, a las 19:00 horas en punto, Linares echó a andar al grito de “más empleo, menos promesas” o “el pueblo de Linares no se rinde”. En cabeza, un grupo de parados jóvenes y niños con la bandera pintada en sus rostros portaban la pancarta con el lema “Linares y su comarca no se rinden: soluciones ya!!!”. En el recorrido hasta la calle Julio Burell, como ocurriría en el resto de la protesta, los gritos se centraron especialmente en la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz. Con algunas críticas, pero especialmente con un ruego que era todo el clamor de un pueblo que pide la atención necesaria para salir adelante y el cumplimiento de las promesas realizadas, especialmente en torno al Parque Empresarial de Santana y el proyecto del Puerto Seco. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, también sufrió una gran cantidad de cánticos, en lo que denotaba una tremenda crítica por el olvido que las administraciones públicas parecen tener con respecto a Linares. La marea multicolor continuó recogiendo personas con la bandera municipal a su paso por la calle Cervantes, Isaac Peral o la Corredera de San Marcos. La longitud era tal que, pese al rodeo, cuando la cabecera de la manifestación entraba en un Pasaje del Comercio con los establecimientos completamente cerrados, la cola aún se encontraba 100 metros dentro del Paseo de Linarejos.

Y, finalmente, esa gran cantidad de ciudadanos fueron llegando a la Plaza del Ayuntamiento. Un lugar emblemático que se abarrotó de tal manera que fue complicado permitir el acceso a todos los participantes. Fue entonces cuando se escucharon los primeros gritos contra el alcalde de Linares, Juan Fernández, que aunque fueran aislados, llegaron a pedir su dimisión. Tras algunos momentos de cierta tensión en los que los voluntarios de la organización supieron solventar el problema, el artista internacional Belin comenzó su discurso. Palabras llenas de sentimiento, de crítica a las administraciones públicas, de hermanamiento con el resto de municipios de la provincia e incluso de rabia por la situación actual que se tradujeron en el grito de toda una región que pide justicia y dignidad.

Con el grito de “todos a una... ¡Por Linares!” se cerró una jornada histórica y que espera cambiar el rumbo de una ciudad sumida en el desempleo, la pobreza y la emigración juvenil. De ese modo, se cerró el tan esperado 14-S, sin ningún altercado más allá de los insultos puntuales a algunos de los concejales que componen la Administración local. Todo en medio de la normalidad de un día de unidad total en Linares, tal y como destacaron los agentes de la Policía Local, que aseguraron no tener que intervenir en ningún momento.

Las decenas de miles de personas que ocupaban la Plaza del Ayuntamiento, regresaron a sus hogares a las 21:30 horas de la noche, con la sensación de haber vivido algo histórico, y con la esperanza de que no sólo haya sido simbólico, sino que sirva para mucho más que una bella estampa en el recuerdo.