Manuel Alcántara en el recuerdo

La periodista y escritora Eva Díaz Pérez lo recuerda como “poeta y narrador de instantes en páginas de periódicos que volaron con los días”. El escritor Pablo Aranda destaca de él su “mirada luminosa, inteligente, quevedesca, culta, fresca y cubierta con una breve película de melancolía”. De seguro escapa a la casualidad que Díaz Pérez coincida en el uso de este último sustantivo a la hora de definirlo como “boxeador de melancolías”. Los tres hablan de Manuel Alcántara, el maestro de la crónica, el del verbo ágil que hacía inevitablemente poesía aunque escribiera en prosa. Su llama vital se apagó el pasado 17 de abril, no así su estela, que durante la celebración del Día del Libro en Andalucía brilló entre aromas de papel arrugado y sucio, entre incesantes ecos de tecleo de máquina de escribir.

El suspiro nostálgico que destacan los que lo conocieron o lo leyeron pareció apoderarse de él en sus últimos días, una circunstancia esa, la de que fueran los últimos, que el malagueño parecía intuir. “Estoy en lo que don Pío Baroja llamó la última vuelta del camino”, cuenta Teodoro León Gross, columnista y profesor de Periodismo en la Universidad de Málaga, que le dijo en un 2018 a punto de caer en la extinción. Quizá los responsables de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía, a través de su Centro Andaluz de las Letras, alertados por la sobradamente conocida precisión de su olfato para la narración, decidieron darse buena prisa en reconocer su trayectoria, fruto de lo cual el organismo lo nombró Autor del Año el pasado mes de noviembre. El merecido homenaje, no obstante, se quedó a medias. El destino, caprichoso y cruel en ocasiones, se había reservado una infame jugada y Alcantará no pudo disfrutar de los actos programados en su honor durante el 23 de abril en toda la región andaluza.

La celebración central tuvo lugar en su Málaga natal, donde se inauguró la exposición “Las columnas y los versos”, dedicada a su figura, pero Jaén no se mantuvo ajena al homenaje. La Biblioteca Pública Provincial acogió una ceremonia que dio comienzo a las siete de la tarde y en el que el delegado territorial de Fomento, Infraestructuras, Ordenación del Territorio, Cultura y Patrimonio Histórico, Jesús Manuel Estrella, y el poeta jiennense Javier Cano fueron los primeros en tomar la palabra. Estrella se encargó de leer el manifiesto en pro del fomento de la lectura, firmado precisamente por la mencionada Díaz Pérez bajo el título “Leamos, vivamos, brindemos”. Cano, por su parte, hizo una semblanza sobre la figura y la obra de Alcántara.

Tras ellos, intervinieron los miembros del colectivo literario “Café de Palabras”. Uno tras otro fueron accediendo al atril para leer poemas del malagueño, cuyos versos resonaron con fuerza entre las cuatro paredes de la sala, igual que si quisieran resistirse a caer en el olvido. Pero no sabían que están a salvo de ello. Sucede igual que con Manuel Alcántara. Sucede con todo aquel que capaz de tocar el alma a través de las letras.