Los pantanos pierden 21 millones de litros cada hora

Los embalses de la provincia de Jaén, en la cabecera de la cuenca, están al 31,45% de su capacidad, con lo que se sitúan como los más vacíos de todos los de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, y muy por debajo de la ya pírrica situación general en España que, con los pantanos al 45%, asiste a un verano en el que las reservas hídricas son las más bajas de la última década. El descenso del agua embalsada en la provincia jiennense es vertiginoso. El miércoles, según el último de los informes disponibles, había 731,153 hectómetros cúbicos y, hace un mes, 882,934. En este último periodo, por el consumo, por la evaporación que se deriva de las altísimas temperaturas soportadas y, algo clave, por las prácticamente nulas aportaciones, los hectómetros consumidos son 151,781. En litros, son 49 mil millones al día, lo que es lo mismo, más de 21 millones a la hora. Hay que tener en cuenta que una población como Jaén capital, en verano, según Aqualia, necesita a diario, para su abastecimiento, unos 26 millones de litros, por lo que la reducción de la capacidad, a la hora, es similar a lo que consumen los jiennenses cada día completo que pasa.

La clave de la situación en la que se encuentra la provincia jiennense está en la falta de precipitaciones, muy acusada, y a que está en torno al 29%, al pasar de los 605 litros por metro cuadrado de media a los 428 recogidos a 30 de junio de este año, y, para encontrar un escenario parecido, hay que remontarse a la campaña 2009/2010. En este ejercicio, es como si las precipitaciones hubieran caído “al revés”, con mayores lluvias en la zona occidental de Andalucía, donde hay menos capacidad para embalsar y con un descenso muy importante en Jaén, que es la parte alta de la cuenca, cuyas reservas se utilizan para el riego en toda la comunidad autónoma. Después de que, en buena parte del año, las reservas de agua fueran en caída libre, el cambio de estación llegó cargado de lluvias y, literalmente, hizo que algunos pantanos se llenaran y vaciaran varias veces. Con la mirada puesta en el cielo, lo cierto es que, en lo que va de año, ya fue preciso que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir haya tomado medidas para limitar el regadío en las tierras que beben del Guadalbullón, prácticamente seco.

Por pantanos, conforme a los datos de Sistema Automático de Información Hidrológica de la Cuenca del Guadalquivir, al cierre de esta edición, El Tranco, el de mayor capacidad de la provincia y dentro del sistema de regulación general de Andalucía, se encontraba al 37,52%. Otros embalses estratégicos, como el Quiebrajano, del que depende la capital, está al 25,48% y El Giribaile, el segundo jiennense de mayor capacidad, al 21,01%. El Encinarejo, en la Sierra de Andújar, es el que está más lleno, con un 75% de su capacidad. La administradora de la cuenca tiene autorizados riegos, actualmente, en la zona del Guadalmena, el Rumblar, las Vegas Altas, Mengíbar, Arjona, el Sector IV y el Guadalentín. De mantenerse el descenso de las reservas, conforme a los protocolos de los planes de sequía, se priorizará el abastecimiento humano y se limitará al máximo e, incluso, se podría llegar a suprimir el consumo de agua para el campo.