Los “jornaleros” de la fábrica ilegal de tabaco, al banquillo

El fiscal pide una condena de dos años de cárcel y multa de 250.000 euros para cada uno de los cuatro acusados

06 jul 2019 / 11:16 H.

El pasado mes de octubre, la Policía Nacional desmantelaba una “fábrica” clandestina para la manufactura del tabaco. Se escondía en una discreta casa unifamiliar, ubicada en el barrio del Bulevar. Una planta casi industrial en la que se trituraba y picaba la hoja en un producto listo para ser fumado. Eso sí, sin control sanitario alguno y sin pagar los correspondientes impuestos al Estado. Fue la denominada operación “Centaurus”, que se saldó con cinco detenidos y la aprehensión de unos 1.500 kilos de tabaco de contrabando. Ahora, la Fiscalía ha presentado cargos contra cuatro de los cinco implicados. En concreto, se sentarán en el banquillo los “jornaleros”, tres hombres y una mujer que trabajaban por turnos picando la mercancía en el sótano de la vivienda del Bulevar. El quinto implicado era el dueño de la casa, un ciudadano de origen chino al que la Policía consideró el cabecilla de la organización. En concreto, y según la información oficial facilitada entonces, era el que aportaba el dinero para comprar las planchas de tabaco. Sin embargo, el juez instructor no vio indicios suficientes contra él y lo dejó fuera del proceso penal, por lo que no tendrá que sentarse en el banquillo. Sí tendrán que ir a juicio los otros cuatro implicados, para los que el Ministerio Público reclama una condena de dos años de cárcel y el pago de una multa de 250.000 euros para cada uno. Además, el fiscal pide que indemnicen a la Agencia Tributaria con 212.000 euros.

El escrito de acusación provisional explica que uno de estos “jornaleros” tenía alquilada la vivienda en la que se encontraba esta factoría de tabaco de contrabando. Junto a los otros tres procesados, llevaban a cabo la actividad de picado y triturado de la hoja que, posteriormente, revendían sin conocimiento del fisco. Allí mismo se intervinieron siete paquetes de láminas de tabaco, de 200 kilos cada una, y 98 bolsas de picadura ya listas para su venta, con un kilo de peso. También había 629 cajetillas de cigarrillos, dos máquinas de picar y dos balanzas de precisión.

La operación “Centaurus” comenzó varios meses antes del registro del inmueble del Bulevar, realizado el pasado 29 de octubre. A los agentes les llegaron informaciones anónimas sobre la posible existencia de una plantación de marihuana en la vivienda. Los vecinos hablaron también de un extraño y continuo ruido de máquinas funcionando. Después de varias vigilancias en la zona, los investigadores de la Brigada de Estupefacientes llegaron a la conclusión de que esa discreta casa unifamiliar albergaba una fábrica clandestina de tabaco. Fue la primera infraestructura de estas características desmantelada en la provincia de Jaén.