La voz de la guitarra a través del objetivo de Katy Gómez

De la unión de dos grandes talentos surge la exposición “El escultor de guitarras”. Se trata de una muestra fotográfica realizada por la ubetense Catalina Gómez, más conocida como Katy Gómez, que recoge un total de dieciocho instantáneas que muestran el proceso de elaboración de una guitarra española.

Para ello, la fotógrafa visitó el taller del joven lutier Paco Chorobo, un joven ubetense de fama internacional, pues de sus manos han nacido guitarras que hoy se encuentran en todos los rincones del mundo. Además, su fama le precede, pues es reclamado para impartir cursos. Recientemente estuvo en Italia, en breve volverá a EE UU, donde serán dos los cursos que ofrezca para las personas que se quedaron fuera el año pasado, y muchos proyectos más, como desveló Chorobo: “Sigo haciendo lo que me gusta, disfrutando mucho de lo que hago y teniendo reconocimientos como esta exposición —que me hace especial ilusión porque Úbeda es mi ciudad—. Además es un honor que sea en el Hospital de Santiago, uno de los mejores lugares del mundo para tocar y por el que han pasado los mejores artistas de todas las disciplinas musicales. Es un lugar mágico”. Por ello, una vez inaugurada “El escultor de guitarras” el lutier interpretó algunas piezas para el público asistente.

Por su parte Gómez manifestó que la idea surgió porque tenía en mente realizar un proyecto fotográfico que tuviera que ver con alguna de las artesanías que se hacen en Úbeda: “Me pareció que unir fotografía y música podría ser interesante. Así me pusieron en contacto con Paco, y al atravesar las puertas del taller sentí cómo el tiempo se contaba de forma diferente y muy buenas vibraciones: ver cómo trabaja, con minuciosidad, con ese talento, todo un artesano en una era en la que estamos acostumbrados a la tecnología, y él en la creación de sus guitarras utiliza sus manos. Es mágico ver cómo se transforma un trozo de madera en un instrumento del que sale una música maravillosa, en el que se proyecta el duende de la persona que la ha hecho”, subrayó la fotógrafa.

“Me llamó la atención —prosiguió Gómez— cómo trabajaba en su taller con tanto mimo y destreza, a la par que totalmente absorto. En muchas ocasiones, Paco no se daba cuenta que yo andaba por el taller haciendo fotografías, él estaba en su mundo mágico, en el que daba vida a una nueva guitarra”. La muestra recoge desde el minuto uno del proceso de elaboración de la guitarra hasta que se termina y el lutier la prueba por para sacar de sus “entrañas” su sonido. Todas son en blanco y negro, pues para la fotógrafa es atemporal y mágico y transmiten poesía, según apostilló.