La unión por el Cementerio Viejo se revela inútil meses después

El PSOE reclama al alcalde que deje trabajar a los que quieren salvar el monumento

07 sep 2018 / 12:06 H.

Un acuerdo unánime respaldó la moción que, en el pleno de noviembre, presentó el PSOE para la recuperación del Cementerio de San Eufrasio. La propuesta, defendida por el concejal Francisco Estepa, pretendía la creación de una mesa de trabajo para diagnosticar y planificar los recursos de las distintas administraciones para frenar el deterioro galopante del camposanto que, edificado en 1829, y a las puertas de cumplir dos siglos, está a punto de perderse para siempre. La entidad Hispania Nostra, advirtió, en mayo de 2018, que el Cementerio Viejo está en un evidente estado de abandono y, por ello, certificó que el riesgo de pérdida del bien cultural, tanto físico como inmaterial, es “muy grave”. Una prueba de que nada se ha hecho al respecto, una dejadez unida al hecho de que, de nuevo, el recinto se cierre sin previo aviso, al no estar garantizado, ni siquiera, que haya un trabajador encargado de esta tarea.

La Administración local, al tiempo que defiende que invierte todo lo que puede en el lugar de descanso eterno, que es de su titularidad, también reclama la implicación de la Junta de Andalucía en su conservación, con el argumento de que fue el Gobierno regional el que lo declaró Bien de Interés Cultural. El propio consejero de Cultura, Miguel Ángel Vázquez, lo descartó, con el argumento de que la conservación de los monumentos, legalmente, corresponde a sus titulares. Eso sí, según el PSOE, existen subvenciones y líneas de ayuda que podrían destinarse a la conservación de este monumento y que, sin embargo, como denuncia el concejal Estepa, “se dejan pasar”. “Parece que al PP les molesta que el cementerio sea un lugar para la memoria histórica y no se da cuenta de que va a dejar morir a un lugar que es historia local, mucho más allá de la Guerra Civil”, argumenta el socialista que lamenta que el alcalde, Javier Márquez, en sus palabras, “no sea capaz de garantizar algo tan básico como que los ciudadanos acudan a honrar a sus difuntos”. Estepa reclama que, al menos, el Gobierno local deje trabajar a aquellas entidades y colectivos que sí tienen ganas de conservar este bien y que, para ello, convoque la mesa de trabajo cuyo, compromiso de creación, establecía la moción institucional que se aprobó no hace ni un año.

En este escenario, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, que preside Miguel Ángel Valdivia, recuerda que, el pasado mes de julio, a punto estuvo de acudir a la Fiscalía para denunciar que el Ayuntamiento elude sus responsabilidades al mantener cerradas unas dependencias municipales que, además de tener la consideración de espacio de memoria histórica, aún son un cementerio en el que reposan cientos de jiennenses. Si no se solventa esta situación, la entidad no dudará en acudir al juzgado e interponer una denuncia contra los responsables municipales jiennenses, anuncia Valdivia.

Los incumplimientos en el horario del Cementerio Viejo llegan tras desvelarse que había falta de personal para realizar enterramientos. Este periódico trató, sin éxito, de conocer la versión municipal.

Lugar de descanso de vecinos muy ilustres
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Los poetas Almendros Aguilar y Bernardo López, el político Ruiz Córdoba, el médico Fermín Palma y el artista José María Tamayo, entre otros jiennenses ilustres tienen su lugar de descanso eterno en el Cementerio de San Eufrasio. El camposanto se edificó en 1829, según proyecto del arquitecto Manuel López Lara, cerca de la ermita del Calvario y es un magnífico exponente de la arquitectura decimonónica. A asociaciones como Patmos y otras que defienden el patrimonio jiennense les duele la boca de reclamar que se intervenga en el recinto que, por su avanzado estado de deterioro, en algunas zonas, más parece el escenario de una guerra que un cementerio de una ciudad europea.

Los últimos enterramientos realizados allí datan de 2003 y, desde entonces, las complicaciones no hacen más que crecer para este monumento. La Junta le concedió la catalogación de Bien de Interés Cultural en 2011 y, años más tarde, lo declaró lugar de memoria histórica. En 2007, se inauguró el monumento en honor a las casi 2.000 víctimas del franquismo que yacen en las fosas comunes de este cementerio.