La basílica de Santa María es víctima del vandalismo

La Junta ejecutó la rehabilitación del edificio hace solo tres meses

20 jun 2018 / 13:05 H.

El vandalismo sigue causando estragos en el casco antiguo. En esta ocasión le ha tocado a una de las joyas de más valor de esta barriada en particular y de Linares en general. Así, la basílica de Santa María la Mayor amaneció con una pintada en la que puede leerse un mensaje soez. Los vecinos no tardaron en dar la voz de alarma sobre un acto lamentable que no se queda solo en romper y tirar al suelo una papelera, como ocurrió hace unos meses en la misma zona, sino que atenta de manera clara y directa contra un bien patrimonial.

De este modo, el hecho no tardó en correr como la pólvora a través de las redes sociales, donde una gran parte de los vecinos mostraron su “indignación” por lo sucedido. A la gravedad del acto se suma, además, que apenas pasaron tres meses de la rehabilitación acometida por la Junta de Andalucía en el templo linarense, que como finalidad tuvo la de poner en valor uno de los bienes con más historia de la ciudad.

Pilar González es linarense y su falta de comprensión sobre lo que llevó al autor a realizar la pintada le hizo compartir la fotografía de la discordia en Facebook, donde no tardó en recibir los comentarios de los demás indignados. “Creo que tanto padres como profesores deben explicar a los jóvenes lo que cuesta limpiar una pintada así de la piedra y lo absurdo de ponerlas”, indicó González sobre una medida que, en su opinión, debe “crear conciencia” y, a buen seguro, logrará paliar este tipo de actos. No obstante, otros no comparten su opinión. Es el caso de José Sánchez, que baraja una serie de opciones algo más drásticas. “En Granada, en el Albaicín y en otros lugares de la ciudad, consiguieron acabar con la aparición de este tipo de pintadas instalando cámaras de vigilancia”, aseguró este vecino, que recibió el apoyo de varios usuarios.

A partir de ahí, se abrió todo un debate sobre si la solución radica en la educación o, por el contrario, en los castigos de tipo económico. Solo se llegó a una conclusión en claro: el lamento generalizado por un acto vandálico que mancha y ensucia uno de los bienes patrimoniales que más reconocimiento tienen en la ciudad.

No es la primera vez que, en esta zona, se realizan “trastadas” de este tipo. Hace unos meses, en la calle Alonso Poves, arrancaron de cuajo una papelera y vaciaron todos los desperdicios que contenía en la vía pública. Además, derribaron una de las estructuras de metal que dividen la zona peatonal de la calzada. En esta línea, los vecinos del barrio están “cansados” del vandalismo. Algo que, según piensan, no lleva a nada y que, con la pintada en Santa María, se ha vuelto un problema más grave. “Hola, para ti mi cola”. Ese es el “lamentable” mensaje que puede leerse y que luce ahora en uno de los edificios más emblemáticos que posee la ciudad minera. Los vecinos lo toman como una “falta de respeto” hacia los monumentos y, cómo no, hacia la convivencia cívica.

Los vecinos se quejan de las pintadas en los bancos
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El Ayuntamiento retiró los bancos de la concurrida calle Puente, en “El Lugarillo”, para permitir la instalación de los puestos del mercado, que se ubican en la zona con motivo de la celebración de las Fiestas Íbero-Romanas de Cástulo. Así, antes de su retirada, los bancos ya lucían pintadas. Las quejas de lo vecinos vienen porque ahora que pasaron las fiestas y los volvieron a poner en su sitio, lucen igual de sucios que como estaban. En esta línea, la “indignación” vecinal viene porque no entienden cómo no se aprovechó para pintarlos y, así, eliminar cualquier rastro de vandalismo. Así, no culpan al Ayuntamiento de este tipo de comportamientos, pero sí opinan que una “buena mano” de pintura no vendría mal para ofrecer a los visitantes, y a los propios vecinos de Linares, una imagen diferente y totalmente alejada de los actos vandálicos.

Obras en el templo

La Consejería de Fomento y Vivienda finalizó, a principios de año, las obras de rehabilitación de la basílica de Santa María la mayor, un edificio religioso de gran valor arquitectónico declarado Bien de Interés Cultural. Como exponente del patrimonio histórico y cultural de la ciudad, el Gobierno andaluz intervino en el templo, desde el año 2016, con una inversión que ascendió a 1,27 millones de euros. El fin de la obra fue ejecutar la mejora de la cubierta central.