Jornada de “casta y bravura”

Días grandes en el municipio que celebra sus primeros encierros

10 sep 2018 / 18:35 H.

La feria y fiestas de Torreperogil suponen uno de los festejos de mayor reclamo en de toda la comarca debido a la gran variedad de actividades y espectáculos que ofrece durante sus días grandes. Vecinos de numerosos municipios se trasladan para vivir, de cerca, las intensas jornadas que se desarrollan del 6 al 11 de septiembre. Y no es para menos, ya que hay encuentros para todos los gustos, desde los aficionados a la bravura taurina hasta los más religiosos y, por supuesto, sin dejar a un lado los momentos de jolgorio y diversión para los más “flamencos”. Tras la jornada de lluvia que mantuvo a muchos con los dedos cruzados durante todo el sábado, el último día del fin de semana tuvo algo más de color entre las nubes.

Al ser unas fiestas de tal intensidad, no hay tiempo que perder, por lo que el día comenzó temprano con una de las actividades más importantes para los perogilenses, el primer encierro del toro del aguardiente, a eso de las nueve y media de la mañana, en el recinto de La Carrera. “Siempre supone una intensa actividad dentro de las fiestas y un encuentro importante para todos los vecinos que se vuelcan con él”, aseguró el alcalde, José Ruiz. Un encierro en el que un joven sufrió una cogida sin gravedad, por lo que el balance fue bastante positivo. Tras el momento de bravura, llegó el de los más pequeños, que disfrutaron de juegos infantiles como la cucaña, el huevo, o la carrera de sacos en el Paseo del Prado. El mediodía es, como en otras muchas ferias, oportunidad para el baile, las risas y los volantes, por lo que la feria de día se llenó de vecinos y visitantes. Tras unas horas de descanso, las actividades se reanudaron a las nueve de la noche en el recinto del parque Coral Flor de Olivo, con otro de los instantes más tradicionales de la feria, la suelta del toro de fuego. A partir de las diez, dio comienzo la feria de noche porque, para muchos, ni el mercurio ni el calendario les impide festejar unos días de convivencia y encuentro. Por ello, muchos se engalanaron, de nuevo, para trasladarse al Paseo del Prado. Allí, tenían varias opciones entre las que escoger. Para los más “bailarines”, la mejor de ellas estuvo en la caseta municipal, en la que animación estuvo a cargo de Raúl Vazco. Los más pasionales, pudieron decantarse por una actividad con sello de la tierra, el flamenco, con la celebración una nueva edición del Festival “Villa de Torreperogil”, que contó con Virginia Gámez, Raúl Alcántara “El Troya” y Juan María Guzmán al cante, acompañados de las guitarras de Antonio Carrión y Andrés Cansino.

Pero sería a eso de las una de la mañana cuando llegara uno de los espectáculos más esperados de la edición, la actuación de la orquesta Farándula, que ya formó parte de la pasada feria en la que cosechó tal éxito que las autoridades decidieron volver a contar con ella para este año. Así se cerró otra jornada marcada por la variedad y las ganas de pasarlo bien y disfrutar.