Ilusión reanudada a orillas de la N-322

Los trabajos de movimiento de tierras y gestión de los servicios afectados arrancan en los tres tramos

01 sep 2017 / 12:25 H.

Han apurado hasta las últimas horas de agosto, pero la palabra del ministro Ínigo de la Serna en su visita a Jaén en julio se ha cumplido: ya hay máquinas trabajando en los tres tramos en ejecución de la futura A-32, es decir, desde Úbeda a Villanueva del Arzobispo. Llegó el titular de Fomento —en medio de las protestas de plataformas, colectivos y ayuntamientos del eje de la N-322 por los continuos retrasos y la falta de apuesta por esta importante infraestructura— con un mensaje claro: las obras se reanudaban y, antes de septiembre, se verían máquinas y operarios en los tres tramos. El primero, de Úbeda a Torreperogil, fue inmediato; el segundo, hasta Villacarrillo, ha sido el último en arrancar, esta misma semana, y el tercero, a principios de agosto. La ilusión de miles de jiennenses que atraviesan a diario esta carretera se reanuda con las obras y ante la posibilidad de que, esta vez sí, sea un paso adelante sin retorno para ver la autovía terminada. Pero, kilómetro a kilómetro, no retiran la vista de cada movimiento a uno y otro lado de la N-322.

De hecho, desde la Nacional, se distinguen algunos de los puntos en los que las máquinas ya trabajan, pero no todos. Un equipo de este periódico, acompañado por el jefe de Demarcación de Carreteras de Andalucía Oriental, José del Cerro Grau, además de jefes de obra y gerentes de las empresas adjudicatarias, recorrió el trayecto para conocer in situ las labores. Todos los tramos con condicionantes que marcan los plazos y ritmos y la única fecha hasta el momento solo la ha dicho el ministro: 2019.

Úbeda-Torreperogil es, sin duda, el más avanzado. En las inmediaciones de Sabiote, donde De la Serna “reinauguró” las obras, la actividad es evidente. Este tramo de autovía cuenta con 16,3 kilómetros y cuatro enlaces e infraestructuras, como un viaducto de 100 metros y 12 estructuras para pasos superiores e inferiores para dar servicio a las fincas agrícolas. Los trabajos de la adjudicataria OPR se compaginan, desde mediados de julio, en cuatro aspectos: firmes, estructuras, drenaje y movimiento de tierra. Allí, en unas dos semanas, tendrán terminada una planta para fabricar suelo cemento, el que extenderán en la superficie ya estabilizada antes de la paralización de las obras, la que han tenido que limpiar. Más adelante, trabajan en la estabilización de los trazados con cal. Este material es el mejor aliado contra los suelos arcillosos y deformables que tantos problemas han causado históricamente en la Nacional. Para terminar el viaducto E-11, solo falta uno de los estribos y se ejecutan el paso superior E-12 y el inferior E-14, el que conectará los caminos de servicio, a tan solo dos kilómetros del final del tramo. En estos continúan los desmontes. Cabe destacar que el futuro enlace Torreperogil-Sabiote será el primero que se abra al tráfico, precisamente, para desviarlo del trazado y trabajar con más comodidad.

Las últimas máquinas en hacer acto de presencia son las que trabajan en los más de 13 kilómetros del tramo Torreperogil-Villacarrillo. Han comenzado esta misma semana. Esta zona tiene particularidades, ya que el trazado de la futura autovía discurre en bastantes tramos por el actual de la Nacional y los terrenos son los más complicados por ser especialmente deformables. Así, el primer objetivo de la UTE Altec, Peninsular de Contratas y Adiante es restituir la N-322 para lo que tienen que construir unos seis kilómetros de nueva carretera. Esta, cuando entre en funcionamiento la A-32, se mantendrá como vía de servicio. El tráfico, mientras que duren las obras, será desviado por ella. Los movimientos de tierras que ya se realizan, de esta forma, están destinados a esta carretera. También se trabaja en tareas “menos visibles” como la gestión de servicios afectados, como las conducciones de agua, tendido eléctrico, riegos y fibra.

Desde principios de agosto, Sacyr y Prinur realizan también actuaciones previas en el tercer y último tramo que se ejecuta. Decididos a utilizar infraestructuras propias, preparan la implantación de una planta de hormigón y suelo cemento. La explanada, en las inmediaciones de una zona industrial de Villacarrillo, está casi lista y, en dos meses, esperan que esté en funcionamiento. La que sí funciona ya es en la cantera que han abierto, a cinco kilómetros, en la carretera de Navas. De allí salen ya camiones para realizar acopio de materiales en el trazado. Además, realizan gestiones de servicios afectados. Este tramo, el más largo, tendrá diez kilómetros de variante y siete más de desdoblamiento de la Nacional, hasta su llegada a Villanueva. En este mes, ya han realizado movimientos de tierra, tras el despeje y desbroce, en unos dos kilómetros y medio del inicio del tramo, en la variante de Villacarrillo.