Estupor por una profanación en Villanueva del Arzobispo

De escándalo en términos eclesiásticos. Así puede calificarse la situación que se vive, desde el jueves por la tarde, en el municipio de Villanueva del Arzobispo. El motivo es la sorprendente profanación de una imagen en el templo más conocido del municipio, el santuario de la Virgen de la Fuensanta. Los hechos, cometidos uno de los días más calurosos de la pasada semana, consistieron en la defecación, dentro del inmueble, por parte de un individuo que, posteriormente, untó con sus heces al Cristo de Medinaceli, muy venerado entre los habitantes del municipo villanovense.

El episodio al completo quedó registrado en el sistema de grabación del recinto. Sin embargo, al cierre de esta edición no se tenía constancia de detenciones. El asunto fue denunciado por la Iglesia ante la Guardia Civil. Aurelio Cano, hermano mayor del grupo parroquial de Nuestro Padre Jesús El Rescatado, titular de la imagen, explica que el autor del suceso, que genera “sorpresa e indignación”, es alguien desconocido en el municipio, con pelo largo y barba y menos de treinta años por su aspecto, entró en el monumento, donde, según la secuencia recogida por las cámaras, permaneció varios minutos. De acuerdo con el responsable cofrade, el intruso dio varias vueltas y lanzó miradas alrededor para comprobar que estaba solo y una vez perpetrado el ataque se marchó. Cano subraya que se aprecia perfectamente el rostro del autor, lo que, en principio, facilitará su identificación.

Por su parte, el párroco villanovense, Bartolomé López, destaca que desde la marcha, hace unos años, de los trinitarios, el templo, que se encuentra a las afueras del casco urbano villanovense, cuenta con medidas de seguridad máximas, incluidas alarma y cámaras. De hecho, la histórica edificación tiene un horario muy amplio, comprendido entre las nueve de la mañana y las nueve de la noche. Por ello, supone que el responsable del delito ignoraba tal circunstancia. “No vio los carteles que hay”, dice al respecto. Señala que, en principio, se trata de una persona totalmente ajena al municipio de Las Villas. Por otra parte, el sacerdote manifiesta que, aunque hay que estudiarlo, no se aprecian daños materiales graves, aunque el profanador llegó a restregar la inmundicia sobre la superficie de la obra de arte. López remarca la gran veneración que existe hacia el Señor, una obra con décadas de antigüedad y muy popular en Villanueva del Arzobispo.