Elude la cárcel el condenado por espiar con el móvil a su novia

La Audiencia rebaja la pena al estimar la atenuante de confesión y deja el castigo en un año de prisión

13 mar 2018 / 09:18 H.

Jesús F. J., el joven condenado por instalar un sistema espía en el móvil de su pareja, no entrará finalmente a prisión. La Audiencia Provincial ha estimado parcialmente el recurso presentado por su defensa y han rebajado al mínimo el castigo. Los magistrados consideran que concurren la atenuante de confesión y dejan la condena en un año de cárcel. Como el joven carece de antecedentes, cumple los requisitos para beneficiarse de la suspensión de la pena. Por lo tanto, no tendrá que ingresar en un centro penitenciario. Inicialmente, el Juzgado de lo Penal número 4 le había impuesto una condena de dos años y medio de prisión como autor de un delito de revelación de secreto. Hay que recordar que la Fiscalía llegó a pedir un castigo de siete años de privación de libertad.

Jesús F. J. instaló en el móvil de su pareja un aplicación espía sin que ella lo supiera. De este modo, tenía acceso a las conversaciones telefónicas, a los mensajes, al correo electrónico, a las fotografías, a las contraseñas y a las claves bancarias. El programa espía, incluso, le permitía efectuar fotografías desde el teléfono de ella y verla a través de las cámaras del terminal. En el juicio, celebrado el pasado mes de septiembre, el veinteañero admitió los hechos. Es decir, reconoció que le había regalado a la que era su novia un teléfono que tenía instalada una aplicación espía. Lo que sí negó es que su intención fuera controlarla. “Lo hice para protegerla”, argumentó. Y es que, según la versión que ofreció entonces, su pareja había recibido mensajes obscenos y graves amenazas de una persona que “no estaba bien de la cabeza”. “Le di el teléfono con esa aplicación por sobreprotección y ella lo sabía”, añadió en la vista oral.

No obstante, la Justicia no creyó este relato e impuso a Jesús F. J. una condena de dos años y medio. Consideró probado que el objetivo era conseguir su propósito de saber siempre dónde estaba ella, conocer sus actividades, todos sus movimientos y sus conversaciones. Con ese castigo en primera instancia, el veinteañero tenía que ingresar en prisión. No obstante, su abogado presentó un recurso de apelación que ha prosperado. Ha conseguido que los magistrados tengan en cuenta como atenuante que Jesús F. J. colaboró con la Policía, ya que, cuando fue detenido en julio de 2015, reconoció que le había instalado la aplicación espía a su pareja. La sentencia ya es firme.