El fiscal rebaja su petición de cárcel a ocho años y medio

Retira el delito de maltrato habitual, porque la denunciante lo “tiende a exagerar”

22 jun 2019 / 12:52 H.

El juicio contra Juan A. O., el vecino de Campillo de Arenas encarcelado desde hace once meses por intentar matar a puñaladas a la que era su esposa, quedó ayer visto para sentencia. Y lo hizo después de que la Fiscalía decidiera rebajar de once años y medio a ocho años y medio de cárcel su petición de condena para el acusado. El Ministerio Público retiró el cargo de maltrato habitual, por el que solicitaba tres años de prisión, y sí mantuvo los otros dos delitos (homicidio en grado de tentativa y quebrantamiento de medida cautelar). La fiscal Sara González decidió no mantener la acusación por el delito de violencia de género después de escuchar el informe de los psicólogos forenses del Instituto de Medicina legal de Jaén. Los especialistas determinaron que la denunciante no presenta los sesgos típicos de lo que se denomina síndrome de la mujer maltratada: “No hay una afectación compatible con la violencia de género”, dijo el perito que, además, aseguró que la mujer tiende a “aumentar” o “magnificar” los síntomas.

La mujer definió a su exmarido como una persona “muy celosa y controladora” y dijo que sus más de tres décadas de matrimonio estuvieron marcadas por las amenazas y las agresiones. En la primera sesión del juicio, su versión fue ratificada por su hija, mientras que los dos hijos varones del matrimonio negaron que su padre pegara o maltratara a su madre. Los psicólogos rechazaron que Juan A. O. presentara problemas psicopatológicos y que tenga una personalidad compulsiva. También descartaron que exista “una tendencia al control y al dominio de la víctima”, si bien dijeron que tiene una personalidad “muy rígida” y obsesionada con el trabajo y la gestión económica.

Con ese panorama, la Fiscalía decidió retirar el cargo de maltrato habitual, un delito que sí mantuvo la acusación particular.

El otro gran asunto de fondo que se discute en el juicio es si Juan A. O. apuñaló a su mujer y si tenía intención de acabar con su vida en la tarde del pasado 31 de julio de 2018, en Noalejo, donde ella estaba trabajando. Hay que recordar que el procesado aseguró que nunca intentó hacerle daño y que no quiso matarla. Aclaró que fue a buscar a su todavía esposa para hablar con ella y “arreglar las cosas”. Según la versión del acusado, la mujer sacó una navaja que llevaba en el bolso, hubo un “forcejeo” y ambos resultaron heridos.

La denunciante presentaba lesiones de arma blanca en el pecho y en la región costal. Los forenses que las examinaron aclararon ayer en el juicio que no eran mortales de necesidad, si bien dejaron claro que estaban en zonas en las que podían haberse visto afectados órganos vitales. En el caso de él, presentaba dos heridas en las manos, una de ellas “compatible con una maniobra de ataque de arma blanca”.

Para la Fiscalía, estos hechos constituyen un delito de homicidio en grado de tentativa y, por ello, mantuvo este cargo, al igual que la acusación particular. La defensa sostiene que fue la mujer la que llevaba el arma en su bolso y por ello pide la absolución. Juan A. O. volvió a la cárcel para esperar a que el tribunal de la Sección Tercera dicte sentencia.