El controvertido granito para Deán Mazas, listo para colocarse

Con retraso sobre los plazos previstos, las obras de la Plaza Deán Mazas continúan y afrontan, parece que ya sí, la fase final, al menos, la que dará testimonio de cuanto cambia este rincón del centro, en pleno eje comercial y de ocio. La constructora encargada del proyecto, Peninsular de Contratas, ya tiene almacenadas las losas de granito que se colocarán como nueva solería en este espacio, un material de color negro y gris que sustituirá a los azulejos tradicionales que vestían este suelo, con cierto aire a los de la vecina Plaza de El Pósito. El empleo de estas baldosas tiene muchos detractores, tanto es así que, antes del comienzo de las obras, el 9 de julio pasado, hubo serios intentos de frenar su uso. Un grupo de ciudadanos organizó protestas con la idea de conservar la solería original y todos los árboles. El punto culminante de estas manifestaciones llegó el 11 de julio, cuando intervino la Policía Local que frustró un intento de acampada. La idea de los convocantes era evitar que las máquinas rompieran el solado. No lo consiguieron, por la intervención de las fuerzas del orden y porque, precisamente, la adjudicataria de la reforma aprovechó los días siguientes al intento de okupación para acometer la demolición del firme, retirar el mobiliario urbano y desmantelar los parterres, otro de los símbolos de Deán Mazas. Todo ello, con la plaza vallada y presencia de policías para disuadir cualquier intento de boicot.

Con los ánimos más calmados, la intervención prosiguió su marcha, aunque con menos bríos, como denunciaron vecinos y empresarios que, incluso, llegaron a afirmar que la cuadrilla de las obras se había trasladado a la calle Doctor Eduardo Arroyo, que también remodela la Plaza Deán Mazas. Ayer, una vez que está prácticamente concluido el hormigonado de la plataforma, operarios, con la ayuda de maquinaria, abrían una zanja y trabajaban en las canalizaciones para la plantación de los cuatro magnolios, tal y como apuntó el concejal no adscrito y vicepresidente de la Sociedad Municipal de Vivienda y Suelo, Iván Martínez, frente a Hacienda. Se trata de árboles que, originalmente, según el Gobierno local, estaban en la Plaza de Santa María. Son ejemplares, de gran porte, fueron retirados cuando se transformó la lonja de la Catedral, un proyecto que se acometió durante el mandato de la alcaldesa socialista Carmen Peñalver, entre 2007 y 2011. Los magnolios y la nueva solería, según está previsto, llegarán esta semana, si no hay complicaciones. El alcalde, Javier Márquez, en una reciente visita a las obras, aseguró que habrán terminado en octubre. El plazo de ejecución de este proyecto era de tres meses, con lo que, en este mes de septiembre, ya tendría que haber estado culminado. La contratista cobrará 163.000 euros, 50.000 menos de lo presupuestado. El proyecto está cofinanciado por la Diputación, que pone el mayor parte del presupuesto, en el marco de los planes de ayuda a los municipios, y tiene el visto bueno de la Comisión Provincial de Patrimonio, lo que hizo posible que la Delegación de Cultura autorizara este cambio en un espacio protegido, donde se levanta un monumento, el Palacio de los Vilches.