El calzado deportivo podría afectar en la forma de pisar el suelo

Investigadores de la UJA estudian la correlación entre ambas variables en menores de los 3 a los 16 años

10 ene 2019 / 11:53 H.

El uso del calzado deportivo podría afectar al patrón de la pisada. Al menos, esto es lo que investigadores de la UJA del grupo Actividad Física y Salud están tratando de determinar a través de un novedoso estudio científico dirigido a analizar la evolución de la pisada desde las edades más tempranas hasta la plena adolescencia. El objetivo de este estudio es analizar el efecto de la edad, el sexo y el uso del calzado deportivo en los patrones de pisada durante la carrera. El principal responsable de este proyecto e investigador del Departamento de Didáctica de la Expresión Musical, Plástica y Corporal, Pedro Ángel Latorre Román, explica que la investigación contempla una muestra de cerca de 1.000 menores con edades comprendidas entre los 3 y los 16 años, en los que se analizó diversos factores vinculados con el patrón de la pisada, como la longitud y la frecuencia de la zancada, la variabilidad del paso o la parte de pie que entra en contacto con el suelo cuando se pisa.

Los resultados del estudio reflejan que, entre otros aspectos, en edades preescolares la prevalencia de apoyo con el talón es mucho menor que en la adolescencia, que tiene una mayor semejanza con la edad adulta. Por otra parte, los autores de la investigación no encuentran diferencias entre sexos, pero si que destacan que al descalzarse, los escolares incrementan el apoyo del metatarso, que está asociado con un mayor rendimiento deportivo. Por tanto, el cambio o deterioro del patrón de pisada a esta edad podría estar asociado al uso del calzado deportivo, ya que los niños preescolares presentan menor prevalencia a apoyar el talón y es habitual encontrar este hallazgo en la carrera descalzo.

“Cuanto más minimalista es el calzado, menos altera el patrón de pisada”, añade el experto, que pone como ejemplo las zapatillas “Five Fingers”, un tipo de calzado deportivo que se adapta fielmente a la forma del pie y de los dedos.

Las diversas pruebas que se realizaron a los cerca de 1.000 menores que participaron en el estudio se hicieron usando la técnica OptoGait, que es un sistema de obtención óptica de datos que permite analizar en profundidad la cinemática de carrera, así como cámaras de vídeo de alta velocidad.

Los resultados demuestran que un 46% de los niños de entre 3 y 6 años mostraba un contacto retrasado con el suelo en su pisada, apoyando antes el talón que el resto de la planta del pie. Mientras tanto, en los sujetos adolescentes este porcentaje aumenta hasta el 92%. Lo mismo ocurre con otros patrones de pisada que tienden a apoyar más el lado exterior o interior del pie, o a rotar ligeramente el eje vertical de la pierna.

El patrón de pisada se fija en la infancia

Con respecto al patrón de pisada, el investigador de la UJA explica que la forma de pisar es algo que no se puede controlar voluntariamente de forma constante, sino que se hace de manera mecánica, y que en los menores —desde los 3 a los 16 años— el hecho de caminar descalzos puede ayudarles a que su patrón de pisada permanezca más tiempo siendo el natural, saludable y deseable para el pie. “El automatismo de la carrera hace que en los primeros años de vida se consolide el patrón de pisada. En el adulto, este patrón puede estar ya deteriorado, y si usara la carrera descalza como medio de locomoción habitual podría correr riesgos importantes de lesión”, añade Pedro Ángel Latorre Román al explicar lo importante que es pisar correctamente el suelo.