Diversión para apoyar el futuro musical en Jaén

El Darymelia acoge las dos sesiones de un ameno Concierto Didáctico

04 abr 2019 / 17:38 H.

La consecución de la excelencia musical, como ocurre con cualquier otro tipo de arte, llega tras haber completado un arduo camino previo. Para lograr dominar un instrumento y llegar a crear piezas que sean capaces de regalar no sólo el oído, sino también el espíritu, es necesario tener una base firme sobre la que asentar el talento interpretativo, una labor en la sombra que muchas veces es tan poco atractiva como necesaria, pues resulta vital conocer a fondo, por un lado, los misterios del lenguaje que rige las manifestaciones musicales, y por otro, quiénes han sido las personas que dieron vida a los ritmos que hoy conocemos y que hicieron posible que este arte haya alcanzado las más altas cotas en el plano emocional.

No obstante, si esa historia previa, esa base, se enseña desde la diversión, desde el juego, es posible que su estudio atraiga a futuros nuevos músicos capaces de abrir caminos inexplorados para seguir alimentando la ya milenaria trayectoria que soporta en sus espaldas el noble arte de la música.

El Teatro Darymelia se puso un particular traje de gala para vivir una auténtica fiesta musical. Pero las particularidades que dieron forma a la cita no fueron las habituales de cualquier otro concierto, sino que a estas se sumó el afán educativo de 45 profesores del Conservatorio Profesional de Música “Ramón Garay” de Jaén, que, dentro de su iniciativa de Conciertos Didácticos, ofrecieron las dos primeras sesiones programadas en el mencionado teatro a niños de ocho años procedentes, sobre todo, de centros educativos de la capital, pero también de otros puntos de la provincia, como Torredonjimeno y Los Villares.

En total fueron unos 600 alumnos los que disfrutaron de estos dos primeros pases, después de que el concierto fuera representado por primera vez en el Paraninfo del conservatorio ante 160 niños. Todos disfrutaron de un particular viaje musical en el tiempo que, a modo de cuento, les llevó a conocer de primera mano algunas de las piezas clásicas más emblemáticas, como la “Quinta Sinfonía”, de Beethoven, y la “Serenata Nocturna”, de Mozart, pero también ritmos como los de “Peer Gynt” y las dixie bands neoyorkinas.

Hoy volverá a interpretarse el concierto en otras dos sesiones, también en el Darymelia, y se espera de nuevo a 600 niños. El objetivo con ello, contribuir a que la música continúe moviendo montañas en el futuro y por siempre.