De vacaciones, pero con deberes

E n los pasillos, en una esquina del salón de plenos o en la celebración de una fiesta vecinal. En cualquier lugar, menos sentados en su sitio. A medida que el agua de la deuda va subiendo —y ya está a la altura del cuello—, los grupos de la Corporación municipal se las ingenian para conseguir algo de más de tiempo para dar con la fórmula que alivie las arcas. Sin embargo, el de ayer fue un pleno “suavón”, incluso, “socarrón”, en el que el “síndrome prevacacional” —como calificó JeC— contagió a los políticos que, en un acto de “responsabilidad”, optaron por dejar, sobre una [sobrecargada] mesa, bastantes temas antes de irse de vacaciones estivales. Y es que parece que los grupos “cogieron el gusto” a los acuerdos “in extremis”, hasta tal punto, que hicieron “doblete”.

Como Indiana Jones salvando su sombrero antes de que baje una puerta, el PSOE respiró al lograr su propósito: evitar que se aprobara la modificación de la Ordenanza Fiscal Reguladora de la Tasa por la Recogida de Basuras y por el Tratamiento de las depositadas en el Vertedero, en principio, en el provincial y la consecuente subida del 16% de los impuestos. De hecho, aún con el informe del CES a favor del gravamen propuesto, el portavoz socialista, Manuel Fernández, ofreció una nueva alternativa que no desagradó al equipo capitaneado por Javier Márquez. “Lo que abordamos es que la ordenanza se quede encima de la mesa, con los convenios, y se abra la puerta a negociar con la Diputación un posible convenio para el tratamiento, recogida y transporte de basura”, explicó el concejal de Hacienda, Manuel Bonilla, a los medios de comunicación. Asimismo, indicó que, si de ese convenio se derivara una bajada del coste del servicio, se podría compensar la subida. “Entendemos que es una buena solución”, confesó Bonilla, sin dejar de expresar que habría preferido zanjar la cuestión del vertedero, sobre todo, porque el municipal dejará de ser útil en unos meses. “Pero, aún queda margen para negociar con la Diputación”, dijo.

Satisfecho como aquel que, después de seguirla, la consiguió, Fernández agradeció que el equipo de Gobierno reculara al dejar en “pause” la aprobación de la ordenanza. De hecho, la propuesta fue apoyada por el resto de grupos municipales. Además, Manuel Bonilla incidió en que este tema será retomado en la próxima reunión de la comisión de Hacienda para el saneamiento del Ayuntamiento que será el lunes, día 25.

Si, durante la semana, los responsables políticos explicaron, por activa y por pasiva, su posición ante la propuesta de aprobación de la refinanciación del anticipo de los 28,2 millones de euros que se concedió el pasado 11 de septiembre, el cambio de rumbo de algunos dejó en evidencia que, cuando se dialoga, se negocia y se abren las posibilidades, los brazos pueden torcerse. De esta forma, el PP logró la mayoría absoluta que necesitaba para sacar adelante su propuesta, gracias a un “responsable” y “coherente” sí de los no adscritos, un “condicional” sí de los socialistas y un “rotundo” no de Jaén en Común.

Con la sesión a punto de comenzar y como quien apura los últimos segundos para repasar los apuntes antes de un examen, Fernández, Márquez y Bonilla intercambiaron acuerdos —que no “pacto”, como remarcó la edil socialista Mercedes Gámez—. Así, el PSOE planteó añadir a este punto del orden del día una enmienda para que el Partido Popular respalde el proceso de una quita de la deuda a los proveedores.

Conscientes de que este tema sería uno de los “platos fuertes” del pleno, los concejales entraron en el debate. Y es que, cada paso está marcado por una situación límite, en la que era obligatoria una contundente argumentación. En este sentido, Bonilla volvió a dejar claros algunos aspectos. Por una parte, que todos sabían que llegaría el momento en el que tendrían que refinanciar los 28,2 millones de euros y que su aprobación dependía de que el Ayuntamiento reciba, en los próximos dos años, los fondos por su Participación en los Impuestos del Estado (PIE). “No es por ser catastrofista, pero el Ayuntamiento estaría en colapso”. No obstante, Bonilla se vio en la tesitura de aceptar llevar una quita de la deuda a Hacienda.

Por su parte, el concejal del grupo de los no adscritos, Iván Martínez, explicó el motivo por que cambió el sentido del voto que mantuvo durante la semana. “Nos piden responsabilidad, ¡pero es que no se dejan ayudar! Las condiciones del crédito son buenas, por eso, en septiembre, votamos a favor. Así que, como somos coherentes y responsables volvemos a votar que sí”, dijo a Bonilla.

Con el temor de que cualquier inyección a las arcas municipales entre a formar parte del circuito financiero, la portavoz de JeC, María Dolores Nieto, se negó a votar a favor de la refinanciación. “Sabemos que mejoran las condiciones económicas, pero no resuelven el problema que son los ciudadanos”, dijo la edil, quien apuntó que el escollo está en que el préstamo, al final, no irá a la mejora de los barrios, a los planes de empleo o a las ayudas sociales. En cualquier caso, para la votación de la inclusión de la enmienda del PSOE, JeC se abstuvo.