“Claramente buscaban una masacre”

El baezano Antonio Jesús García Cruz, afincado en Berlín, describe la sensación en la ciudad tras el ataque terrorista

21 dic 2016 / 12:34 H.

Llegué a casa, después de una reunión en el sur de la ciudad. En el coche ya lo había escuchado por la radio, así que puse rápidamente la televisión. Salieron las primeras imágenes, lo vimos casi en directo”. Así narra el baezano Antonio Jesús García Cruz, que reside en Berlín desde 2002, su experiencia en los primeros instantes del ataque terrorista en el mercadillo navideño situado junto a uno de los monumentos más conocidos de esta capital, la iglesia Memorial Kaiser Wilhelm. “Los terroristas claramente buscaban una masacre”, asegura cuando el balance oficial habla de, al menos, 12 muertos y medio centenar de heridos. Esta zona de la ciudad, que conoce perfectamente y que visita con gran asiduidad, está, tal y como explica, flanqueada por dos grandes avenidas. “El camión que utilizaron pudo tomar velocidad perfectamente, en otros lugares, donde existen este tipo de mercados, hubiera sido más complicado, por estar en plazas más pequeñas o llegarse por calles más estrechas”.

“Nada más comprender lo que ocurría, me acordé de que, prácticamente, acababa de estar allí con un amigo de Baeza, Pedro Narváez. Pensé que ese día no había llegado nuestra hora y en todos las muertes que se habían registrado en una plaza que me es tan familiar”, reflexiona. A la pregunta de si los berlineses, los alemanes, esperaban un acto terrorista, duda: “No había esa sensación exactamente, aunque, de algún modo, estaba en el ambiente, se temía, porque ya había ocurrido en otros grandes países occidentales, como los Estados Unidos, Francia, Inglaterra y España”. También apunta a otra cuestión, ya en clave de política interna: “La canciller Ángela Merkel tiene una política en la que defiende la integración de los refugiados y eso le genera problemas. Cada vez que hay algún ataque, directamente, la culpan a ella, como cuando se registraron abusos masivos a mujeres en Colonialas. Lo ocurrido ayer (por el lunes) será otro toque de atención para ella y este caldo de cultivo explica el aumento de votos del partido AFD, una fuerza ultraconservadora, que también se puede considerar neonazi; da alas al racismo”, sostiene. En cuanto a las horas posteriores a la masacre en la berlinesa plaza Breitscheid, comenta que cunde un tanto de confusión, ya que, poco después del atentado, un portavoz de la Policía aseguró que había un detenido que, apostilla, “parece que no tiene nada que ver”. “No se pidió que nos quedáramos en las casas ni ninguna otra medida de ese tipo”, precisa, aunque sí aclara que, ayer, los mercadillos como el elegido para el atentado, que consistió en embestir a la gente con un camión, estaban cerrados.

“La sensación no es de miedo, sino de una gran tristeza y algo de incredulidad. Todo ocurrió en un lugar donde había familias, donde se bebe el típico vino caliente y se comen salchichas, a una hora en la que había mucha gente, en plena hora punta de visitas”, asegura el baezano.

un berlinés más desde el año 2002

Este baezano, casado con una alemana, es un berlinés más, puesto que reside en la capital alemana desde 2002. Allí formó una familia, con dos hijos y otro que espera. Reside en la parte oriental de , a unos nueve kilómetros del lugar del ataque, una distancia que no es excesiva en esta enorme ciudad europea. Por la plaza donde los terroristas cometieron su última masacre, al igual que muchos turistas, dice pasa con frecuencia.

Incrédulos ante el uso de un camión

“No se te ocurre pensar que puedan embestir con un camión contra la gente que está tan tranquila. Te sientes muy indefenso, no sabes cómo explicártelo realmente”, sostiene el baezano, que se gana la vida en la capital alemana como profesor de Alemán e Inglés. La reacción de la mayoría de la población es la de ayudar a todo aquel que tenga problemas, sostiene, por lo que no se entiende el porqué de estos ataques.