Chiclana evoca su pasado

Las calles de Chiclana de Segura se llenaron de gente, con presencia de muchos forasteros, durante la octava edición del Festival de la Encomienda. La celebración recrea una época de esplendor del pueblo, durante la Edad Media. A lo largo de tres días hubo múltiples actividades, con una ambientación especial.

Sobresalió un tren turístico por la Plaza de la Constitución, la calle Peñuela y el Paseo del Trascastillo, para volver al punto de partido. La carpa municipal albergó un campamento militar y una ludoteca. Como iniciativas permanentes había talleres de oficios tradicionales —alfarería, cantería y otros—, una exposición de armas de asedio, atracciones infantiles y visitas al centro de interpretación de Jorge Manrique, poeta y comendador del siglo XV que inspira las celebraciones.

La última jornada se sucedieron las propuestas, con unas temperaturas más que llevaderas. por la mañana destacaron un taller de esgrima, recreación de lucha medieval, una exhibición de rapaces, un pasacalles a cargo de Wyrdamur y espectáculos de danza y de otras disciplinas. A mediodía, las tabernas atendieron a los participantes en la iniciativa. Por la tarde, al combate medieval, la exhibición de rapaces y el pasacalles se unieron talleres de esgrima y circo, otros vistosos montajes callejeros, tiro con arco, cuentacuentos y modelado artístico. Al filo de la clausura, “Ishur” sobrecogió a los presentes con una combinación de fuego, danza y acrobacias.

La convocatoria, inaugurada el viernes por el alcalde, Santiago Rodríguez, y la diputada provincial Pilar Parra ocupa ya un lugar propio en la programación veraniega en el pequeño municipio de El Condado.