Castillo sopesaría explotar el tranvía, “si la Junta paga”

Faltan dos meses para que la comisión que estudia la viabilidad de la puesta en marcha del tranvía dé a conocer los resultados de un informe en el que se analizarán desde el estado en el que se encuentra el sistema a su explotación comercial y José Castillo, el gerente de la empresa concesionaria del transporte público urbano en la capital, no oculta que tiene miedo. “Teme” —confesó a los periodistas— la posibilidad de que el tranvía abandone el dique seco en el que se encuentra en las cocheras de Vaciacostales. “Es una competencia” a la que él mismo se opuso, en marzo de 2011, por “desleal”, cuando, durante las pruebas en blanco, se permitió que transportara viajeros de forma gratuita. Y señala: “Tiene una facilidad que no tienen los autobuses”.

Pero si, una vez que los técnicos de la Junta de Andalucía y del Ayuntamiento presentan las conclusiones, existen la voluntad política y el diálogo entre ambas administraciones que no se alcanzaron hasta noviembre de 2015, el empresario sopesaría la explotación. “Depende de quién paga el déficit”, contestó Castillo a la pregunta de este periódico sobre la posibilidad de “pujar” por la gestión del tranvía. “Si es el Ayuntamiento, no me fío mucho porque no tiene un duro, pero si es la Junta y lo paga, hablaremos”.

En estos momentos, la deuda que la Administración local mantiene con la concesionaria del transporte público urbano ronda los 1,2 millones de euros, apuntó el empresario, que señaló: “En cuanto se incorpore el concejal de Hacienda [Manuel Bonilla], quiero verlo”.

Desde octubre —cuando el Ayuntamiento renovó la póliza de crédito— a esta parte, los trabajadores cobran sin retrasos. Pero la situación no es fácil. Antes de que, acompañando a parte del equipo de Gobierno local, se subiera en uno de los dos microbuses que forman la renovación anual de la flota a la que está obligado por contrato, señaló: “He tenido que financiar estos coches y los anteriores [de 2015] con un préstamo y así vamos tirando”.

En cuanto al tranvía, la propuesta que la comisión técnica va a estudiar estos tres meses es la que el consejero de Fomento y Vivienda, Felipe López, presentó a principios de noviembre al entonces alcalde, José Enrique Fernández de Moya. En ella, se reduce a la mitad el número de trenes y se amplía la frecuencia de paso de cada unidad (10 minutos en hora punta y 15 en hora valle, en días laborables, que se ajustaría durante el fin de semana en función de la demanda). El estudio técnico que López presentó entonces se sustenta en una demanda estimada de 2 millones de usuarios al año y un déficit de explotación que cifró en 1.030.000 euros. Porque consideró que “no es sensato” que el tranvía siga en “dique seco”, el consejero planteó que la Junta “soportaría” el 40% (412.000 euros).