Caja Rural eleva su beneficio, pero también su compromiso

La asamblea de socios da el visto bueno a las cuentas por unanimidad

29 jun 2019 / 12:17 H.

El proyecto de Caja Rural de Jaén contó de nuevo con el respaldo unánime de sus socios durante la celebración de la asamblea anual, en la que se presentaron las cuentas de la cooperativa de crédito y se ratificó su compromiso con la provincia, cada vez más firme. Las cifras son buenas, mejores que las del año anterior, y su filosofía es la de impulsar a la provincia a través de diferentes iniciativas, por lo que los representantes de los 47.052 socios —un 2,03% más que en 2017— les dieron el visto bueno.

En ella quedó de manifiesto que el activo total de la caja terminó 2018 próximo a los 3.000 millones de euros, con un aumento de los préstamos y anticipos a la clientela debido a una mayor actividad del mercado crediticio, con lo que se cerró el ejercicio en una cifra superior a los 1.640 millones de euros netos. La evolución de los activos dudosos es una muestra del importante esfuerzo de la cooperativa en la gestión de este tipo de activos improductivos. Así, descendieron en 19 millones de euros, lo que supone un 14,7% menos con respecto al ejercicio anterior.

La evolución de la principal fuente de financiación de la entidad fue distinta, puesto que se observa un crecimiento superior a los 22 millones de euros en depósitos de administraciones públicas y de más de 63 millones en Cuentas Vista. En un claro esfuerzo por diversificar los productos de ahorro e inversión de los clientes, registró un crecimiento superior a los 16,5 millones de euros en fondos de inversión, con lo que cerró el año en más de 61 millones (cifra un 37% superior a la de 2017).

El crecimiento del patrimonio neto es próximo al 8%, y en este capítulo destaca el incremento de los fondos propios en más de 13,5 millones, principalmente por la política de la entidad de capitalizar la totalidad del excedente disponible. Por su parte, el margen de intereses experimentó un aumento de 2,2 millones de euros, cerrando en 52,2, mientras que los gastos por intereses descendieron 1,9 millones de euros gracias al esfuerzo realizado para reducir el coste de sus depósitos de clientes.

Debido a las políticas comerciales de la entidad, se consiguieron unos ingresos por comisiones netas de 17,2 millones de euros. En lo que respecta al margen bruto —resultado de operaciones financieras, cargas de explotación y la aportación al Fondo de Educación y Promoción—, ha permitido que la caja obtenga un margen bruto de 64,3 millones de euros y, en total, la entidad cerró el ejercicio 2018 con un resultado de 12,7 millones de euros —15,4 antes de impuestos—, un 4,6% superior al obtenido en 2017.

Un apartado importante es la Obra Social, a través de la que atiende cada vez a un mayor número de iniciativas sociales y asistenciales que son propias de su origen y trayectoria histórica. Una vocación que se manifiesta en una implicación muy directa con la sociedad y que se articula a través del Fondo de Educación y Promoción, que en 2018 contó con un presupuesto de 3,8 millones de euros, y que para este 2019 se incrementará hasta los 4,7. Además de la Fundación Caja Rural, a la que se destinaron 1,2 millones, destaca la inversión en la Fundación Promoción y Desarrollo del Olivar y el Aceite de Oliva o la Universidad de Jaén, sin olvidar la promoción a las iniciativas promovidas por cooperativas agrícolas, asociaciones de productores y organizaciones de agricultores y ganaderos dirigidas a la formación, promoción y desarrollo del sector. Su apoyo a la agricultura y ganadería es inequívoco, y muestra de ello es también la adaptación de sus productos financieros a sus necesidades.

Estas cifras las pusieron sobre la mesa el director general, Enrique Acisclo, que estuvo acompañado por el vicepresidente de la Caja, Francisco Javier Sáenz; el secretario, Patricio Lupiáñez, y el gerente de la Fundación Caja Rural de Jaén, Luis Jesús García-Lomas.