Aviso a Moreno: mancillar el honor de un afiliado se pena

El “aparato” del PP censura los intentos de desprestigiar a Fernández de Moya

09 oct 2017 / 10:39 H.

La recogida de firmas que el sector crítico del PP, con el alcalde de Porcuna, Miguel Moreno, a la cabeza ha emprendido para que el Comité andaluz de Derechos y Garantías expediente nada más y nada menos que al secretario de Estado de Hacienda, José Enrique Fernández de Moya, es la puntilla en la “guerra civil” que desangra al partido en la provincia. Pero el “aparato” advierte: mancillar el honor de afiliados, que, como es el caso, no son afiliados cualesquiera, puede volvérseles en contra. “Eso sí que es susceptible de expediente”, avisan las fuentes del partido consultadas por este periódico.

El segundo mandamiento de la ley de Dios dice: “No pronunciarás el nombre de Dios en vano”. Y, salvando las distancias, para el bando que resultó vencedor en el decimosegundo congreso provincial celebrado en mayo, los ataques al presidente de honor del partido, a quien es su político más relevante en estos momentos, tienen que parar de una vez. “Es lamentable —señalan— que Moreno continúe con su campaña para intentar desprestigiar a dos grandes personas que han dado y siguen dando todo por el PP de Jaén, como son José Enrique Fernández de Moya y Javier Calvente”. Del presidente de honor del partido en la provincia, resaltan, casi en un desafío: “Nadie en el partido puede dar un solo argumento sólido contra él, ni puede señalar un solo comportamiento desleal hacia nuestra formación política”. Defienden que, “durante más de veinte años”, Fernández de Moya “lo ha dado todo por el PP de Jaén, desde su época en Nuevas Generaciones (NN GG) hasta ahora, como secretario de Estado”. Aplican el mismo razonamiento para el diputado jiennense “en cada una de las responsabilidades que ha tenido”. Por eso, consideran: “No merecen que nadie que se considere un verdadero afiliado del PP de Jaén inicie campañas de acoso y derribo pidiendo que se les abra un expediente disciplinario”. “Esas actitudes de atacar el honor de afiliados sí que son susceptibles de expedientes disciplinarios, por lo que esta acción puede volverse en contra de quien la promueve”, amenazan las mismas fuentes consultadas.

Subrayan: “Es una actitud que deja mucho que desear que quien perdió un congreso que se desarrolló desde la más absoluta legalidad siga, mes tras mes, poniendo en entredicho a la dirección, dando espectáculos lamentables en las instituciones, utilizando los datos del censo y las sedes del PP para recoger firmas contra dos grandes compañeros”. Las fuentes consultadas por este periódico tienen claro que hay que acabar con esta situación, que no solo ahonda en la herida que abrió el decimosegundo congreso provincial, sino que, de cara al electorado, ofrece una imagen del partido para nada edificante, pero se mueven entre dos aguas. No son ajenos a lo que califican de una “provocación” susceptible de cualquier acción disciplinaria podría convertir a Moreno en un “mártir”. Máxime, cuando lo culpan de ser el “causante del mal ambiente en el seno del partido”.