Asueto junto al Guadalbullón

La pedanía, dependiente de Pegalajar, apura el primer tramo de las celebraciones

26 ago 2018 / 15:58 H.

La Cerradura, en verano, es sinónimo de diversión a raudales. La pedanía, perteneciente al municipio de Pegalajar, está inmersa en sus fiestas patronales, en honor de la Inmaculada Concepción. Una de las peculiaridades de la convocatoria de este núcleo vacacional de referencia en la provincia es que se trata de unas fiestas “partidas”, ya que hay un primer tramo netamente lúdico y, después de unas semanas de pausa, otro claramente religioso.

Estos días se viven las propuestas centradas en el asueto. La programación se abrió el viernes con actividades especialmente pensadas para los pequeños de la casa, durante el día, y para los mayores, de noche, con la orquesta Ilussion y baile, aunque los menores también tuvieron el de la silla. Se empezó con carreras infantiles y de huevos, que, después de la sobremesa, dieron paso a juegos tradicionales, entre los que se encontraban los del pañuelo, las anillas, los bolos y los de puntería. Ayer por la mañana se vivió la fiesta infantil Divertilandia, con reparto de golosinas, y un concurso de dibujo. Tras la comida, se celebraron el concurso de los botijos —en el que los participantes tenían que romper unas sandías colgadas a modo de piñata y llenas de regalos— y las carreras de cintas. La verbnea estuvo amenizada por la orquesta Cristal, en una noche que dio pie al baile de la escoba. El primer segmento de las fiestas acaba hoy. Se suceden, una fiesta de la espuma, certámenes de rapidez y habilidad, una misa vespertina, una verbena con la orquesta La Bravísima, fuegos artificiales y el baile de la patata.

Los actos culminarán en septiembre, con el foco puesto en la ermita y sus inmediaciones. El día 6, con una ofrenda floral y una misa, mientras que el 8 habrá otra eucaristía y una procesión.