Arjona como medida del mundo

El escritor Juan Eslava Galán recibe emocionado la Medalla de Oro de su pueblo

17 nov 2016 / 12:51 H.

Un hombre sencillo envuelto en circunstancias extraordinarias, como Pío Expósito, el protagonista de “La lápida templaria”, la trepidante obra en la que un sencillo profesor tiene que lidiar hasta con el servicio secreto judío por culpa de un tesoro de la legendaria orden de caballería. Algo así es Juan Eslava Galán que, al igual que su trasunto, Nicholas Wilcox, recibió la Medalla de Oro de su pueblo, su ciudad para ser exactos, ya que Arjona le entregó este reconocimiento dentro de la celebración del 125 aniversario de la concesión del título de ciudad al municipio. Eslava Galán, hijo de una “familia acomodada”, gracias al aceite, que visitó muchos colegios, por expulsarlos de todos, como él mismo explicó y que fue, como se autodefinió, “muy mentiroso de niño”, intervino ante un salón de plenos repleto. Les explicó que, al sentarse a escribir, sitúa a su Arjona como medida del mundo. Para ahondar en esta forma de crear, citó al autor ruso Fiódor Dostoyevski, que sentenció: “Describe tu aldea y describirás el mundo”. Con esta filosofía inspirada en el autor de “Crimen y castigo”, Eslava Galán es, a sus 68 años, el autor de más de 80 obras. Libros sin pompa ya que, en sus palabras, “con literatura humilde se llega a todos lados”.

No leyó notas, salió a pelo a dar las gracias, fue breve y, además, se trabó un poco al hablar de su compañera sentimental, cuando miró a su Isabel a los ojos, su “mujer ideal”. La encontró muy cerca, en Arjona, como reconoció, después de una larga búsqueda. “Siempre me he sentido de aquí y del pueblo que se formó fuera, el de los emigrantes, puesto que yo también soy uno de ellos”, reconoció el escritor. Por gratitud a este patrimonio vital, atesorado en sus estancias en el lugar donde nació el rey Alhamar, Eslava Galán trató de devolverlo con aportaciones como los útiles de labranza y otros aperos entregados para ser expuestos y sus donaciones a la biblioteca, un gesto que hizo motivado porque de niño, en su casa, como bromeó, “solo estaba el libro de familia y un recetario de cocina”. “Lo que he entregado me ha sido devuelto con creces”, aseguró el arjonero, que dejó claro que hará siempre de embajador de su tierra, una costumbre que ya tomó de joven. Esta gran vinculación la ilustró con una anécdota vivida con el que fue fundador de la editorial Planeta, José Manuel Lara, “Lara el viejo”, como se refirió a él. Siempre le preguntaba: “¿Que me traes de Jaén?”.

En este acto íntimo, a pesar del gran público reunido, también glosaron y elogiaron su obra y aportaciones a instituciones, como el Instituto de Estudios Giennenses, el presidente de la Diputación, Francisco Reyes, y el alcalde, el joven socialista Juan Latorre.