A los pies del más amado por generaciones de jiennenses

Emotivo tributo de Diario JAÉN a la imagen del Nazareno en el Camarín

19 mar 2016 / 12:43 H.

Sequías, plagas, epidemias. Eran las calamidades comunes que, siglos atrás y hasta bien entrada la centuria del XX, azotaban también a esta tierra. Gentes que, en busca de socorro, acudían a los pies del Nazareno de los Descalzos para, delante de su altar o en rogativas por las calles jiennenses, suplicarle alivio. Un consuelo que, dicen las crónicas, El Abuelo regalaba mientras su devoción crecía y se extendía alentada por su cada vez más milagrosa fama. De ahí las espigas, el escudo, las llaves, tantas y tantas muestras de gratitud, de amor incondicional a quien, generación tras generación, no hizo otra cosa que abrazar a los suyos.

Las promesas de hoy día, en su mayoría individuales, poco o nada tienen que ver con las de tiempos pretéritos. Son enfermedades, súplicas para encontrar trabajo o aprobar las oposiciones, conseguir llegar a fin de mes, tener suerte en los estudios... Nuevas necesidades para nuevos tiempos. Pero Él no cambia, no. Como mucho, de templo, desde sus principios en el mismísimo convento carmelita hasta La Merced, El Sagrario, la Catedral y, nuevamente, el feliz regreso al Camarín, frente a sus pétreos cantones. Allí sigue, con esa hermosa quietud suya a la que Jaén se acerca a descansar de las fatigas cotidianas, de tantos dolores. Siempre el paso adelante, pero sin moverse del sitio donde su ciudad lo ama, lo requiere.

También allí subió Diario JAÉN no de promesa, sino para ofrecerle un sencillo pero hondo reconocimiento con motivo de su setenta y cinco aniversario, amplia efeméride que, al lado de sus más de cuatro siglos, representa un mínimo instante de la historia devocional jiennense. Mínimo, sí, pero repleto de vivencias nazarenas en sus páginas, cronista fiel de los diarios prodigios de este Señor de los Señores cuya figura forma parte indisoluble del paisaje de aquí, metido como está en el ADN de los habitantes del Santo Reino y más allá, que no conoce fronteras su anónima, tardobarroca belleza.

Miembros de la Corporación Municipal —la teniente de alcalde y concejal de Servicios Sociales, Reyes Chamorro, y los ediles Manuel Heras, Isabel Lorite, Yolanda Pedrosa, Mercedes Gámez y Julio Millán—; altos mandos de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, entre ellos el general de la Guardia Civil José Fernández; José Antonio Muñoz, jefe de la Unidad Adscrita a la Junta del Cuerpo Nacional de Policía; Luis Ortega, teniente coronel de la Benemérita; el intendente jefe de la Policía Local, Rafael Domingo, y el teniente coronel de Defensa, César Rodero; representantes de la sociedad jiennense como el presidente del Colegio de Enfermería, José Francisco Lendínez, y Julio Millán, presidente de Edad Dorada-Mensajeros de la Paz; anteriores hermanos mayores, entre ellos José María Mariscal y Prudencio Villar; componentes de la junta de gobierno y cofrades de la hermandad arroparon al periódico en el entrañable acto.

Una cita que abrió el actual hermano mayor de El Abuelo, Francisco Manuel Gutiérrez, quien resaltó la causa el carácter referencial de Diario JAÉN en la provincia. “Si no se hace eco de algo, parece que todo queda desdibujado”, afirmó. Y añadió: “A este santuario acuden grupos e instituciones a presentar sus respetos a Jesús, pero que lo haga una empresa que cumple setenta y cinco años nos llena de satisfacción y orgullo”. Asimismo Francisco Manuel Gutiérrez puso de manifiesto la buena sintonía entre ambas entidades y aludió a la colaboración que mantienen. “Ya nos gustaría que los estamentos que se relacionan con nosotros tuvieran esa lealtad institucional”.

El director llamó al presbiterio a Mariscal y Villar, que junto con Gutiérrez ojearon viejas páginas del rotativo protagonizadas por el Nazareno. “Nuestro Padre Jesús recibirá hoy un haz de espigas”, leía, entretanto, en voz alta, Juan Espejo, para compartir con los presentes la información —de 1945— contenida en los tomos de la hemeroteca llevados hasta el Camarín.

El jefe de Sección de Diario JAÉN, Ángel González, puso voz a los trabajadores de todos los tiempos del rotativo con una delicada intervención coronada por un rotundo “¡Viva El Abuelo”! que resonó en el templo como bajo el Arco de San Lorenzo el Viernes Santo.

La labor divulgativa del periódico se hizo presente a través de las numerosas y variadas promociones realizadas a lo largo de los años. Medallas, fotografías, pósteres, películas, llaveros. El director obsequió a los guardianes de la seguridad de los jiennenses y al capellán de la cofradía, Antonio Aranda, con algunos de esos objetos —concretamente unas medallas— conservados en muchos hogares como auténticas piezas de coleccionista.

La intervención de Reyes Chamorro en representación del Ayuntamiento, sentimental y plena de devoción, se detuvo también en el motivo de la cita en el Camarín. La también edil de Servicios Sociales no ahorró palabras para felicitar a la cofradía, que celebra también los 275 años de la talla de su Dolorosa, y a Diario JAÉN por su setenta y cinco aniversario.

Eleuterio Muñoz, presidente de DIARIO JAÉN S. A., intervino en el atril en nombre de la empresa editora. En su alocución se detuvo en “Jesús, Abuelo y Padre, imagen divina y terrenal” y en la libertad como santo y seña de quienes desean vivir su devoción sin complejos, “sin renegar” de lo que les gusta, expresó el presidente, que también gritó como un jiennense más cuando, en las calles de la ciudad, se maravilla ante la anónima hermosura del Señor. Su breve discurso precedió al del obispo de la Diócesis jiennense, monseñor Ramón del Hoyo. En la última intervención de la mañana, el prelado se unió a la alegría de la celebración del periódico, del que destacó su continua presencia en el devenir de toda la provincia.

Con la inolvidable cercanía de El Abuelo y su Madre, Diario JAÉN volvió donde cada Madrugada —con mayúscula— regresa a cubrir —como si de una edición extraordinaria se tratase— la salida del más esperado.

“Jaén no se entendería sin esa explosión de gozo”

“Cuando todo se para en una ciudad es porque algo grande pasa. Y en una Jaén que lucha denodadamente por no perder ningún tren de desarrollo económico, social y cultural; cada año, cada Semana Santa, cada madrugada sucede de nuevo, El Abuelo puede con todo”. El director de Diario JAÉN, Juan Espejo, hizo hincapié en la fortaleza interior personal que aporta el recogimiento interior entre estos tiempos de “trepas y burbujas”, en tiempos de escasos valores donde la prisa por vivir gana terreno al pellizco por saborear cada minuto de alegría que se le arranca al propio sobrevivir. “Por más que repitamos lo mismo año tras año, con El Abuelo no hay nada reiterativo: salida majestuosa, encuentro maravilloso, si nos dejamos llevar por su estampa nos adentramos en un mundo interior que nos llena y nos da vida, a los periodistas también, ejemplarmente también”, expresó. Entre palabras y sentimientos, Juan Espejo aludió a una verdad “rotunda e imperecedera”: “Que Nuestro Padre Jesús Nazareno es Jaén, Jaén no se entendería nunca sin esa explosión de gozo que supone el encuentro anual con una imagen tallada en fe que cada jiennense rescata de su alma para ponerla en el escaparate de su vida interior y exterior. Sin recovecos ni pudores, con El Abuelo se merece cada gota de pasión que le pongamos a la vida. Por todo esto que les digo, por todo esto que les cuento, poniéndome en su piel merece la pena seguir creyendo en la buena gente de Jaén capaz de mantener vivo un deseo de siglos, que Jesús volviera su camarín y hacerlo realidad con un empeño y un empuje indescriptible que ha sido algo majestuoso y sublime”, manifestó y añadió: Es por todo ello, por lo intangible que se huele y se disfruta, se saborea y se palpa, se ve y se goza, Diario JAÉN rinde hoy (por ayer) tributo a Nuestro Padre Jesús Nazareno, nuestro abuelo, en su casa, en el Camarín de Jesús”.