Maniobras naranjas

La situación que vive Ciudadanos en España fortalece el pacto de Gobierno en la Junta de Andalucía y refuerza el acuerdo en los ayuntamientos en los que tienen la llave de la gobernabilidad

22 mar 2021 / 17:43 H.

La situación que atraviesa Ciudadanos en España salpica a las provincias y preocupa en aquellos ayuntamientos en los que tiene la llave de la gobernabilidad. Murcia abrió la caja de los truenos con un intento fallido de moción de censura que tenía como objetivo principal arrebatar el poder al Partido Popular, fuerza política con la que, precisamente, la formación naranja lleva las riendas de la Junta de Andalucía, o viceversa. Las carambolas hicieron que tres tránsfugas dieran al traste con una propuesta que dejó a Inés Arrimadas tirada en la cuneta de la comunidad murciana y, por efecto dominó, en la madrileña. Los astros se alinearon para que la mitad de las comunidades en los que las decisiones están en sus manos quedaran en las de otros y, a tenor de las circunstancias, la amenaza hizo temblar los cimientos de la organización en Castilla y León y en Andalucía, donde sus máximos representantes se tuvieron que rearmar para evitar entrar en el bucle. No está el horno para bollos en un partido que empezó el batacazo en las elecciones catalanas y que continúa con el resultado trágico de una maniobra de caballo que desembocó en quince deserciones en una semana.

Crítico es el estado en el que se encuentra Ciudadanos después de la gran sacudida. Sin embargo, lo que ocurre en el ámbito nacional se queda más allá de Despeñaperros. Lo sucedido en Murcia y en Madrid no ha hecho más que reforzar el pacto de Gobierno en Andalucía, donde el presidente, Juanma Moreno, y el vicepresidente, Juan Marín, no tardaron ni un segundo en salir a la palestra de lo público para visualizar que la unidad no es una meta, sino un camino en el que están perfectamente integrados desde el apretón de manos postelectoral. Lo escenificaron cuando decidieron unir sus fuerzas para derrotar al Partido Socialista después de casi cuatro décadas al frente del Ejecutivo autonómico y, pasado el ecuador de la legislatura, lo refrendan con políticas que representan mucho más que de gestos.

El efecto dominó de las mociones de censura, los adelantos electorales y las dimisiones esquiva a la provincia lo mismo que las inversiones gubernamentales. El máximo representante de Ciudadanos, Miguel Moreno, se rearma ante una situación que ve como una oportunidad para que los aspirantes a la deserción, que los hay, adelanten sus pretensiones. Es el ahora o nunca. Quien está dispuesto a sumar en un partido que busca el crecimiento en el municipalismo es el que tiene cabida en la organización. El resto sobra y, antes de que huela a urnas, lo mejor es salir por la puerta grande, como los buenos toreros, para dejar paso a gente comprometida con el proyecto.

Ni que decir tiene que el Partido Popular aprovechará hasta el último minuto la ocasión para llevarse a su terreno a los indecisos, pero el problema en esta tierra del mar de olivos es que, a las puertas de un congreso provincial para elegir presidente, los movimientos van en otra dirección. Las dos grandes ciudades en las que Ciudadanos gobierna mediante pacto son Jaén y Linares, en la primera con el Partido Socialista y en la segunda con el Partido Popular. Las aguas bajan tranquilas en sendos ríos y, por el momento, las amenazas de ruptura nada tienen que ver con las que vive la fuerza naranja en el resto del país. Aquí la misa es otra, conocida por todos, la falta de oportunidades para que la provincia pueda dar el salto hacia el progreso.

Paréntesis aparte, los “morenistas” tienen mucho camino por delante, hay municipios en los que pueden rascar militantes y, antes de que Vox les coja el paso, sin prisa y sin pausa están llamados a conquistar territorios convertidos en toda una incógnita. Tiempo al tiempo.

Sin relevo en Cultura a la vuelta de la esquina

Hay un nombre, con dos apellidos, sobre la mesa de la delegada del Gobierno de Andalucía en Jaén, Maribel Lozano. La remodelación interna de los equipos territoriales de la Junta conllevó la llegada de tres nuevas delegadas al organigrama jiennense y quedaba un cuarto para cuadrar: Cultura. Todo parecía indicar que el nombramiento era inminente, pero pasan las semanas, y los meses, y no se produce, aunque las propuestas generaron tensiones entre las sedes de San Clemente y del Paseo de la Estación y, según las fuentes consultadas, ya había consenso al respecto. Sin embargo, da la impresión de que Jesús Estrella continuará al frente de una cartera que, aunque le quita tiempo para el descanso, vive con esa pasión con la que también vive la política en general.