La hora de Erik

El día que se cumplieron diez años de la revuelta juvenil que puso patas arriba el bipartidismo, justo en el décimo aniversario de un movimiento en el que afloraron partidos que obligaron a las fuerzas políticas a establecer el diálogo por bandera, el Partido Popular de Jaén, roto en pedazos por culpa de una necesaria democratización interna, quedó recompuesto gracias a un pegamento “super glue” llamado Erik Domínguez Guerola. Con permiso para el símil, a él le corresponden asumir los aciertos y los errores de un nuevo capítulo en la historia de una formación que renovará hasta la sede. El cerrojazo del piso de la calle San Clemente responde a una estrategia en la que prima la imagen, el contacto cercano con el ciudadano, el tú a tú entre la militancia y el reconocimiento a quienes trabajan por el proyecto sin esperar nada a cambio. Quedó claro en un congreso en el que todos tuvieron cabida y en el que, salvo por unos votos en blanco interpretados como una equivocación, el nuevo presidente provincial puede presumir de respaldo y de unidad.

Llega la hora de Erik. Una vez superada la prueba de las urnas, con un ojo puesto en el pasado y otro en el futuro, el protagonista de esta historia tendrá que conformar un equipo propio que, en el plazo de un mes, espera tener cerrado. No es una misión fácil la propuesta. Elegir a los mejores, apartarse del amiguismo y encontrar el equilibrio perfecto en la dirección provincial conducirá al Partido Popular hacia ambiciosos objetivos que, por supuesto, tampoco se escapan de la dificultad. Es importante, cuando se habla de renovación, que el concepto de cambio se traduzca en una globalidad en la que, eso sí, no haya renuncias que puedan recordar a escenarios lamentables. El caso es que Erik Domínguez tiene en su cabeza lo que quiere hacer y, una vez que empiece a hablar con su gente, deshojará la margarita en la que ya se sabe que no todos los pétalos suenan bien. Queda claro que él es el presidente y que Elena González llevará las riendas de la secretaría provincial. Falta por saber quién será el coordinador y, por supuesto, los vicesecretarios, que pueden estar entre cuatro y cinco. Trasciende, salvo imprevistos de última hora, que en el núcleo duro estarán el presidente de AVRA, Agustín Moral; el alcalde de Bailén, Luis Mariano Camacho, y el delegado territorial de Fomento, Infraestructuras, Ordenación del Territorio, Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía, Jesús Estrella, entre otros más. También formará parte de la dirección de grupos Miguel Contreras, por lo que el hasta ahora coordinador ocupará un papel preponderante en un contexto en el que la renovación no significa solo caras nuevas. Más detalles. Las secuelas políticas y sociales forzadas por la mayor crisis sanitaria que se conoce, la del coronavirus, obligan al nuevo comité director a modelar un área de salud potente que, en forma de vicesecretaría, estará dirigida por Catalina García, actual viceconsejera de Salud y Familias de la Administración andaluza. Habrá muchas sorpresas y, de alguna manera, cargos como Juan Diego Requena o Javier Márquez tendrán su rincón especial en el organigrama confeccionado por el guarromanense.

El estilo de Erik también impregnará la futura sede del Partido Popular. La creación de conceptos como la “generación senior” o figuras como el “alcalde tutor” serán solo la antesala de acciones que pondrán el foco en los militantes de base, esos que mantienen las agrupaciones limpias como la patena, que salen a pegar carteles así caigan chuzos de punta o que hacen la foto sin salir nunca en ella. Cada año de convocarán los premios “Alfonso Sánchez Herrera” con los que quienes se lo merecen recibirán un reconocimiento público de su gente. Ya está aquí la hora de Erik.

Simpatizante del Partido Socialista de toda la vida

Fue uno de los momentos más emotivos del congreso en el que salió elegido Erik Domínguez como presidente del Partido Popular de Jaén. Lo protagonizó su abuelo materno, Manuel Guerola, un simpatizante del Partido Socialista que, a sus ochenta y seis años, confiesa haberse convertido en un “chaquetero” con orgullo. Votará al Partido Popular por mandato moral y, según le dijo a su propio nieto, porque le gusta la gestión que realiza Juanma Moreno al frente de la Junta de Andalucía. Son las cosas de la política y, en definitiva, es la vida real. Familias enteras en las que unos tiran para la izquierda y otras para la derecha. Una anécdota para el recuerdo.