Y ahora, ¿quién apoyará a esta tierra?

Si esperamos ayuda de fuera, nos pasará lo de siempre, a la cola en todo; otra vez >> O los políticos tienen claro que es su obligación cuidar de las empresas de aquí y que cotizan aquí y no se llevan el dinero o el drama será aún mayor del que predicen

03 may 2020 / 11:09 H.

Nadie, que es decir mucho y tiene sus riesgos y alguien puede venir apuntando que sí, que la ayuda oficial llegará a todo el mundo y será verdad; faltaría más. Me refiero a que cuando llegan el relámpago y el trueno gordo con el que se inicia la tormenta todos nos recogemos en casa y de ahí no se sale hasta que escampa y un fuerte olor a tierra mojada invade el ambiente. Es ahí, en ese preciso y precioso tiempo donde caen chuzos de punta y parece que el mundo se acaba, cuando hacemos piña con quienes tenemos al lado y forjamos una cadena de solidaridad con la que salir adelante. Nadie vendrá a rescatarnos. Cada cual ha tenido la tormenta encima igual que nosotros y con hacer frente a sus destrozos no tiene tiempo de mirar la de los pueblos de al lado... A eso me refiero si en voz alta nos preguntamos: Y ahora, ¿quién apoyará a esta tierra?

Si no tenemos para nosotros mismos, poca ayuda, salvo aliento, podemos ofrecer a nuestros congéneres. Si no tenemos con lo que materialmente afrontar tan siquiera el presente, quien venga a hablarnos de su futuro con la mano tendida evidentemente se irá con ella vacía. Si realmente se avecina lo que ya tenemos encima, es la hora de pensar en nosotros mismos, que no es ser egoístas, todo lo contrario, no nos queda otra que afrontar con realismo la situación. No hay escapatoria, ser realistas y personas comprometidas con nuestro entorno más cercano; no podemos abrir la mano, porque los escasos granos de pan que atesora los necesitan ahora mismo los nuestros. Es tremendismo puro, pero es que la realidad será mucho más cruel cuando la tengamos encima. Ahora nos vacunan de los malos tiempos venideros (para los de siempre, porque la economía estará hundida, pero la Bolsa sigue dando dividendos) pero jamás hemos visto un país pararse y se ha parado, hasta que arranque, pasará tiempo. Y con el miedo en el cuerpo mucho más larga se hará la espera de la nueva prosperidad. Una vida con garantías de conquistar el futuro y con reseñadas autopistas de modernidad que hasta ahora a Jaén le fue vedada, gobernase quien gobernase. No se sienta nadie culpable, que aquí pocas voces han sido escuchadas en los centros verdaderos del Poder, pero siéntanse responsables de cómo les ha ido y les irá ahora a provincias hermanas. No hay más que mirarlas a ellas y veremos sin mucho ejercicio mental en el lugar que estamos como “Cenicienta” de Andalucía. Hago esta reflexión de que estamos en el furgón de cola y que ya mismo oiremos el “sálvese quien pueda” para hacer un llamamiento a quienes nos gobiernan. A los alcaldes que hasta ahora han sabido escuchar y vehiculizar las órdenes del Gobierno, a los cargos provinciales y regionales, tan obedientes ellos siempre, para que clamen por Jaén, para que se partan el pecho por Jaén, para que se oiga en una sola la voz de esta tierra olvidada de la mano de Dios y no nos dejen caer por el precipicio. No miren para otro lado, quienes nos gobiernan en todos los ámbitos, aquellos hombres y mujeres que tienen una responsabilidad y un presupuesto, por mínimo que sea, recuerden que aquí en Jaén hay empresas que hacen embutidos y que cotizan fiscalmente en Jaén para beneficio de Jaén, recuerden cuando se dispongan a firmar un partida de gasto que aquí hay empresas que imprimen cartelerías de todo tipo y con ello le dan de comer a varias familias... Recuerden nuestros gobernantes, hasta el último concejal y el último diputado, que solo nosotros mismos nos podemos ayudar, que los demás se van a ayudar ellos, no les ayudemos nosotros cuando a nosotros nadie nos ayuda nunca.

LO DE SIEMPRE

¿Por qué ayudar a empresas de fuera?

NADA DE TAPAR

A dónde va el último euro debe saberse