La oscuridad sobrevenida

Entrega mensual del “señor Jota”, esta vez con la muerte helándole el habla. Llega el Día de los Santos

31 oct 2021 / 16:30 H.

Es tan cierto que no muere quien muere si tu corazón bombea su recuerdo a cada instante, como de cruel es la soledad que deja la ausencia de quien ya no tienes a tu lado. Es nostalgia por esos días que ya no serán, es melancolía que te impide disfrutar de cualquier instante, añoranza eterna por lo que ya será, acaso, perpetuo y celestial, tristeza en el sentido más puñetero de la palabra, profunda, permanente, para nada llevadera, que a la vida se le atraganta la muerte lo mismo que se le hace insufrible el vacío de los días. Al “señor Jota” se le hiela el alma, su voz se rompe y la vida se le hace tragos amargos; no hay compasión, es duelo permanente, tampoco puede haber consuelo en que solo mueren los insustituibles, aquellas gentes que vinieron al mundo a ser ejemplo de honradez y esfuerzo. Es una luz de guía tan intensa que no hay mayor desamparo que la oscuridad sobrevenida. “A la muerte, la carrera no se la gana nadie” es el inevitable destino que para los humanos nos lega el universo y que Gabriel García Márquez definió tan directa y dañiña en el libro “Crónica de una muerte anunciada”. Son tantas y tantas las citas que sobre la muerte han puesto negro sobre blanco grandes literatos y grandes pensadores que pudiera parecer que su lectura añade bálsamo a cualquier sufrimiento. No es así, para nadie hay medicina que haga soportable una muerte, es un duelo tan de uno que uno mismo ha de buscar el tránsito hacia no se sabe dónde, desamparado y errático, cual brújula sin ancla. Eso al menos piensa el “señor Jota”, a quien los días se le ahogan en lágrimas de un tiempo a esta parte, presa del dolor por la ausencia, ese vacío que nunca será repuesto, esos momentos de felicidad que ya nunca jamás volverán. No es ley de vida, es ley de muerte aunque tras una larga vida atraquemos en el puerto que nos legó la misma vida. Si acaso es la estampita de caducidad con la que venimos marcados, será por eso que nos dicen que empezamos a morir desde que nacemos, frases hechas que no vienen más que a edulcorar una existencia no pedida de igual forma que no suplicamos la muerte. Decía Quevedo que hay quienes viven muertos, Brecht hablaba que solo las vidas inadecuadas temen la muerte o Leonardo da Vinci equiparaba la felicidad de la muerte con la vida disfrutada y exprimida. Palabras, palabras, se dice a sí mismo el “señor Jota” cuando busca alimento contra la ansiedad y fundamento para desterrar el vacío. No encuentra el camino, le dicen que es cuestión de tiempo, se desespera ante tanta frase hecha, ungüento de amigos, que se dejan llevar por la desazón que ven y buscan remedio. Todo llegará, nada permanece, si acaso solo los pellizcos del alma que tanto reconfortan... “Lo único que nos separa de la muerte es el tiempo”, Ernest Hemingway. Descansen en paz a quien tanto quisimos, a quienes tanto queremos. Papá, ay papá...

CUESTIÓN PRIMERA

“Morir es una noche salvaje y un nuevo camino”, Emily Dickinson

CUESTIÓN SEGUNDA

“La muerte es una vida vivida. La vida es una muerte que viene”, Borges

MUY PERSONAL

Fiódor Dostoyevsky, escritor ruso: “El hombre se complace en enumerar sus pesares, pero no enumera sus alegrías”
¡No hay mayor alegría que la propia vida, y compartirla!

Antonio Miguel Roa, pintor: “He puesto colores a la angustia de la pandemia vivida, fueron momentos duros y así reflejo mis sentimientos”.

¡Expone en la Biblioteca Provincial!
María Castellano, doctora honoris causa: “No sé si merezco esta distinción, pero la agradezco”.
¡Mujer de bandera, jiennense de raza y orgullo patrio!

ADIVINA...

¿Qué personaje está perseguido por el fisco por su rápida compra y ‘descompra’ de empresas que luego caen en la ruina?

ADIVINANZA...

¿Qué conocido letrado antes dedicado a las lides deportivas ahora asesora a empresarios de Jaén con fondos de inversión?