Unidad agrícola en Andalucía

El sector agroalimentario andaluz se une en una declaración institucional que pretende salvar al campo en la nueva orientación de la Policía Agraria Comunitaria. La provincia de Jaén se juega su futuro, una tierra dependiente del monocultivo del olivar que tiene sus esperanzas puestas en la Unión Europea ante un reparto de fondos del que viven miles de familias jiennenses. La Junta de Andalucía y representantes de las organizaciones y cooperativas agrarias firmaron un documento en forma de propuesta conjunta para hacer frente a una preocupación compartida que tiene en vilo a uno de los sectores con mayor fortaleza de la comunidad. La Mesa de Interlocución Agraria se posiciona, de esta forma, ante las negociaciones que se abren en Europa y en las que España tendrá mucho que decir a través de propuestas elevadas a Bruselas. La importancia de la sostenibilidad social y medioambiental, además de la consabida calidad de productos altamente valorados en los mercados más exigentes, tiene que ser la hoja de ruta del camino que queda por andar hasta el cierre de unos presupuestos en los que la provincia necesita una discriminación positiva por las características que presenta el olivar tradicional. Hay que tener en cuenta que no son lo mismo los costes de producción de un campo situado en la montaña que los cultivos intensivos. Tampoco son iguales las bondades que conlleva uno y otro en términos de arraigo de la población al territorio, ahora que tanto se habla de la España vaciada. Es clave que el sector esté unido y que la voz de España en Bruselas sea única para que no hay distorsiones a la hora de poner sobre la mesa las reivindicaciones y necesidades del campo andaluz.