Un primer paso reivindicativo

La marcha reivindicativa hasta Santa Elena para exigir unas mejores conexiones ferroviarias en la provincia se cerró sin problemas y con el tono bienintencionado, aunque supiera a poco, de poner sobre la mesa y con consenso político que la capital, como cabecera, de la provincia no se puede quedar quieta ante el atropello constante que supone la política de inversiones en materia ferroviaria en las últimas décadas. Es un paso pequeño, pero, al menos contó con un cierto consenso político, como necesario caldo de cultivo, para las próximas acciones reivindicativas que la sociedad jiennense debería liderar en exclusiva. Porque los partidos deben sumarse a un calendario de movilización que deben canalizar los colectivos sociales y plataformas que llevan advirtiendo y condenando un ostracismo que no es de ahora. La sociedad por un lado y, por el otro, una clase política a la que se le debe exigir mucho más en la defensa del presente y el futuro de la provincia. En este sentido, las reuniones que se puedan establecer con el futuro ministro del ramo y en el Parlamento andaluz deberían contar con un documento de mínimos, consensuado por partidos y agentes sociales, pero, sobre todo, con una planificación de inversiones que garanticen que las promesa vienen acompañadas de unos presupuestos que garanticen su realización. En este sentido, no son nuevos los proyectos que venían a solucionar un problema ya endémico y que, sin embargo, se quedan, finalmente, en nada. Los cambios de Gobierno siempre cogen en mala posición a los intereses de la provincia y así es muy difícil que esta provincia mantenga sus derechos. Prioridad política por encima de intereses personales o de partido. Es el único camino.