Un grave problema social

    24 ene 2021 / 13:18 H.
    Ver comentarios

    Hay un problema social que no es un asunto baladí y que, sin embargo, queda eclipsado por otros en los que la urgencia ensombrece la prioridad. Se trata de la acusada bajada del índice de natalidad. Basta con ver la última estadística para comprobar que cada vez hay más gente que muere de la que nace, un envejecimiento paulatino de la población que tiene su repercusión económica en el ámbito nacional. El Instituto de Estadística de Andalucía fija en 4.696 los recién nacidos en 2019 y en 6.400 los fallecidos en la provincia de Jaén, lo que arroja un saldo de -1.704. El movimiento natural de la población no va por buen camino y, ahora más que nunca, es necesario que las administraciones públicas, desde los ayuntamientos hasta el Gobierno central, impulsen medidas para incentivar la natalidad en sus pueblos y ciudades que, además, servirán para fijar a la población en el territorio. Es la única vía que existe para inclinar la balanza hacia el lado que verdaderamente interesa en una sociedad en la que hace falta población activa para que las cuentas de las jubilaciones salgan bien. También es importante destacar en este asunto el papel que juega la inmigración, que es la que hace, verdaderamente, que el saldo negativo no sea tan sangrante en el ámbito nacional. La caída de los nacimientos hasta un treinta por ciento en una década y del número de hijos por mujer ha hecho que los movimientos migratorios sean decisivos para determinar el crecimiento de la población en España. Los datos sobre natalidad son demoledores y, salvo políticas que logren revertir la tendencia, no se espera un cambio a corto plazo. La implicación pública en un asunto tan personal es fundamental.

    Editorial