Un galardón muy merecido

    04 jun 2020 / 17:59 H.
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    Sirvieron los aplausos desde los balcones para alentar y agradecer la labor de profesionales sanitarios y todos los trabajadores que mantuvieron en línea los servicios esenciales y, a partir de ahora, tienen que llegar los reconocimientos para quienes arriesgaron su propia vida con el fin de salvar la de los demás. El primero, el premio Princesa de Asturias de la Concordia 2020, un reconocimiento dirigido a los profesionales de la medicina, la enfermería, los auxiliares y el resto del personal sanitario que atendieron y atienden directamente a los pacientes contagiados y realizan su labor en los principales focos de lucha contra la enfermedad del coronavirus desde que empezó una crisis sanitaria que se ha cobrado la vida de miles de personas. El galardón de la Concordia, que el año pasado recayó en la ciudad polaca de Gdansk, es el primero de los ochos dados a conocer este año, cuyos fallos se han visto retrasados por la crisis de la covid-19 y han obligado a los jurados a reunirse por primera vez de manera telemática para afrontar las deliberaciones. Expuestos a una alta y agresiva carga viral, su entrega incondicional, haciendo frente a largas jornadas de trabajo sin contar, en ocasiones, con el equipamiento y los medios materiales adecuados, según quejas de organizaciones profesionales y sindicales del sector, representa un ejercicio de vocación de servicio y de ejemplaridad ciudadana. Se trata, sin lugar a dudas, de una distinción más que merecida que tiene que llegar acompañada de otras muchas más de ámbito local y de inversiones en salud pública, no más recortes por culpa de la falta de presupuestos y, sobre todo, el reconocimiento social a una profesión que, en muchas ocasiones, no goza del respaldo suficiente.

    Editorial