Restricciones al ocio nocturno

    30 jul 2020 / 16:31 H.
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    La detección de brotes de coronavirus en Andalucía obliga al Gobierno autonómico a impulsar restricciones en la oferta de ocio nocturno. Una de las medidas aprobadas consiste en obligar a los establecimientos que realicen un registro de los clientes, bien a través de cita previa o bien en la misma puerta del local. Otra tiene que ver con el consumo de alcohol, que queda prohibido en las barras y se reduce a doce el número de personas que se pueden concentrar en una mesa, algo que se extiende también a los restaurantes, donde hasta ahora se permitían grupos de veinticinco. Los pubs son los mayores damnificados, puesto que se rebaja el aforo y se adelanta la hora de cierre. Sigue estando prohibido el baile en las discotecas, que mantienen una ocupación del 40%, el 75% en las terrazas, pero el cierre pasa de las siete a las cinco de la mañana. Los conciertos se pueden llenar hasta el 65% con butacas asignadas con un máximo de asistencia de 800 personas en el interior y 1.500 en el exterior. Medidas duras para el empresariado andaluz después de unos cuantos meses de parón. El sector se siente discriminado y apartado de decisiones que no encuentran justificación en los rebrotes detectados, ninguno en establecimientos de ocio nocturno. El hecho de que en una discoteca no solo no se pueda bailar sino ni siquiera se pueda estar de pie y los clientes tengan que estar sentados, desvirtúa totalmente el concepto y hará que muchos locales de ocio cierren de nuevo para poder compensar los gastos. Sí cobra sentido la prohibición del botellón ante la falta de control en lugares de excesiva aglomeración. Sin embargo, los empresarios no encuentran justificación alguna a la decisión unilateral de la Junta de Andalucía.

    Editorial