Reforzar la sanidad pública

La situación en la que se encuentra la sanidad pública andaluza, extensible a muchas comunidades autónomas, es realmente preocupante. La falta de refuerzo de la Atención Primaria, tan necesaria para servir de escudo en los momentos más duros de la pandemia, hace que el resto de servicios, por efecto dominó, se resientan y den como resultado largas listas de espera, demoras a la hora de conseguir una cita y saturación en general en todo tipo de centros, tanto ambulatorios como hospitalarios. La Junta de Andalucía ha servido en bandeja a la oposición una herramienta para hacer política que, en las próximas elecciones autonómicas, puede convertirse en un arma de doble filo. Todavía hay tiempo para recuperar uno de los bastiones de la región, que siempre fue envidia y modelo para otros lugares de España y del mundo y, en este sentido, el incremento de la contratación es una de las posibles soluciones. Lo contrario hará pensar lo que ya está en la calle, intentos de privatización y externacionalización de servicios que empiezan con los seguros privados de las familias y terminan con el cierre de unidades públicas en centros de salud y hospitales. Los partidos políticos que no están en el Gobierno consideran que la amenaza no es futura, sino presente y real y usan el momento de debilidad para coger fuerza con vistas a una convocatoria electoral en la que se acalla el debate de un posible adelanto. El coronavirus, según dicen los expertos, ha venido para quedarse, por lo que reforzar lo más importante para el ciudadano, como es la salud, es una obligación y una responsabilidad para que los derechos de los ciudadanos no se vean vulnerados por culpa de la dejadez.