Protestas sin gran respaldo

    02 dic 2020 / 18:11 H.
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    Fue un día bueno de aceituna y, sin embargo, decidieron parar los tajos para protestar delante de las almazaras. El problema es que el sentimiento no era de unidad, sino de un grupo minoritario de agricultores que, con apoyos de colectivos puntuales, convocaron una improvisada concentración con el único fin de hacer ruido en plena campaña. Están hartos de los bajos precios del mejor aceite que se produce en el mundo, de gastar más de lo que ganan y de ver amenazado su futuro con la reforma de una política europea que supondrá recortes presupuestarios y exigencias medioambientales en la elaboración de un producto cada vez más consumido. Lo hicieron ayer y lo harán hoy. Dos días de paro, en pleno proceso de producción, para reclamar de forma pacífica lo que consideran que les pertenece y que, en definitiva, contribuye a la economía jiennense, porque de todos es conocido que, en años de buena cosecha, todos los sectores se ven beneficiados, desde el textil hasta el mercado de la automoción. Las organizaciones agrarias, no obstante, se desmarcan de estas concentraciones en las puertas de la industria almazarera de pueblos y ciudades jiennenses. Saben que cumplen con todos los protocolos de seguridad que exige el momento, pero consideran que no es la manera de organizar protestas y que faltó el consenso a la hora de la convocatoria. El sector del olivar tiene que permanecer unido para conseguir ser más fuerte contra los grandes competidores y, sobre todo, para luchar en la constante superación de los obstáculos que encuentran en el camino, algunos derivados de las inclemencias meteorológicas, pero otros ocasionados por los mercados internacionales que juegan con ventaja.

    Editorial