Peatonalización consensuada

Con la llegada del nuevo equipo de Gobierno, de PSOE y Ciudadanos, a la capital algunos proyectos esbozados o, parcialmente, encauzados se redimensionarán. En el caso concreto de la peatonalización ya emprendida por el PP habrá cambios que tendrán en cuenta parte de las peticiones de comerciantes, vecinos y repartidores. En lo sustancial, sin duda, no habrá cambios porque cualquier ciudad moderna debe apostar por la peatonalización y rebajar en la medida de lo posible el uso del transporte privado y apostar, sin ambages, por el transporte público y ganar espacio para los peatones. Pero esta premisa básica debe tener fuertes pilares porque, de lo contrario, nace fallida. Este es uno de los lamentos de los implicados que se reunieron con los represenantes políticos para proponerles unos cambios que tendrían en cuenta las necesidades de los negocios de la zona y vecinos. En este sentido, como ya se avanzó desde hace años, el tranvía sería fundamental que se pusiera en marcha para desbloquear la situación actual con unos cuellos de botella o puntos negros del tráfico que aliviaría al ofrecer a los ciudadanos una opción rápida de subir al centro sin necesidad de vehículo privado. Como en tantas otras planificaciones fallidas en la ciudad se empezó la casa por el tejado y así es muy complicado que una medida que lleva aparejada cambios importantes y también problemas hasta que todo encaje sea viable. Sin tranvía, transporte de bus adecuado, sin aparcamientos disuasorios y sin contar con la opinión de las partes implicadas es difícil tener éxito. La voluntad es necesaria, pero hacen falta medios y articular políticas que hagan factible lo que es bueno para la ciudad.