Ni mileuristas, el modelo

    21 jul 2019 / 12:05 H.

    El modelo social y económico actual “permite” a nuestras generaciones de jóvenes vivir de forma perpetúa al calor del hogar familiar y no, precisamente, por decisión propia, sino porque el propio sistema no permite emancipación alguna. De esta forma, lejos de converger con Europa, donde los jóvenes se independizan cuando comienza los estudios para no volver, aquí se perpetúa un modelo de salarios bajos, desde hace años argumentando la crisis económica so pretexto de una congelación salarial que asfixia a varias generaciones. Un modelo que permite a los empresarios aumentar sus beneficios, pero que, sin embargo, no propicia una equiparación al coste de la vida o recuperar derechos económicos perdidos durante los años de hierro de la crisis. Este modelo se ha asentado en España porque la precariedad no permite sacar los pies del plato, sin embargo el nuevo Gobierno socialista tendrá algo que decir para cambiar esta foto fija por otros modelos que puedan dar una oportunidad a los más jóvenes y una tranquilidad a los que ya llevan años cotizados. No obstante, dependerá de la fuerza motora del propio gobierno y, también, de la contestación social al respecto. En ambos casos no caben muchas esperanzas porque lo “bueno” del sistema es que mantiene adormecido a quienes tienen más motivos para pelear. Así las cosas, no es de extrañar que sean, precisamente, los jubilados los que en los últimos años hayan abanderado en la calle una presión a los políticos que debería sonrojar al resto de población. Si los jóvenes no tienen un salario suficiente el modelo de negocio se asienta en una precariedad que solo viene bien a unos pocos, los que engordan sus cuentas de resultados. Así es fácil.