Más aranceles para el olivar

La preocupación por los aranceles impuestos por Estados Unidos al sector agroalimentario, que afecta de lleno al aceite de oliva, aumenta a menudo que pasan los días, sobre todo, ante otra amenaza más: la imposición que puede llenar al producto que se vende a granel. Unas 150.000 toneladas de aceite se dejarán de exportar cuando termine este año 2020, complicado, además, por el cierre de fronteras obligado por el conoravirus. Ante una situación cada vez más complicada para el sector, a la que se une una permanente caída de los precios, las administraciones públicas están llamadas a jugar un papel fundamental en las relaciones entre países. El Parlamento de Andalucía aprobó, a propuesta de Ciudadanos, una iniciativa encaminada a instar al Gobierno central a que trabaje para evitar la llegada de nuevos aranceles desde América del Norte. Será clave una diplomacia proactiva para defender los intereses de los agricultores, especialmente los olivareros, que son quienes sufren las mayores consecuencias de unas tasas totalmente injustas que nada tienen que ver con el campo. Los grupos de la oposición aprobaron la propuesta de la fuerza naranja, porque entienden que se trata de algo que concierne a todos y en el que, eso sí, la Administración estatal debe tomar en serio, lo mismo que lo hizo con la actualización de la Ley de la Cadena Alimentaria. Quienes se ganan la vida en el olivar, que en la provincia se cuentan por miles, se enfrentan al reto de conquistar nuevos mercados y no es de recibo que, después de invertir dinero, esfuerzo y tiempo en llegar hasta los consumidores estadounidenses, unos aranceles acaben con las ilusiones y el futuro de un sector cada vez más castigado.