Los esfuerzos por la calidad

El Gobierno central trabaja duro, con reuniones diarias, para buscar la solución al problema que atraviesa el olivar en particular y la agricultura en general. La agenda del ministro Luis Planas está repleta de encuentros sectoriales en los que no solo escucha rogativas, sino que intenta encontrar un halo de luz entre la oscuridad en la que viven miles de familias por culpa de una caída de precios que resulta inexplicable. Cierto es que el producto estrella de la provincia siempre estuvo amenazado por los vaivenes del mercado, en muchas ocasiones ni siquiera regido por la ley de la oferta y la demanda, pero no es normal una situación de bajada en picado sostenida en el tiempo. No hay respuesta clara ante un hecho real que, ahora más que nunca, deja claro que existen responsables de que el aceite de oliva virgen extra, el de mayor calidad que existe en las estanterías de todo el mundo, se venda por debajo de los costes de producción. Caen en saco roto todos los esfuerzos, públicos y privados, por esa búsqueda incesante por la excelencia que es lo que hace que el producto jiennense, en la actualidad, reciba los mejores premios internacionales en certámenes en los que, hace tan solo unos años, el nombre de Jaén brillaba por su ausencia. En este sentido, nunca está justificado saltarse las normas, pero ante la incompresible situación que viven quienes comen del olivar también es comprensible que, enfadados, corten carreteras y autovías sin las autorizaciones pertinentes para que quienes tienen la sartén por el mango les escuchen. Ni que decir tiene que hay que protestar y apoyar las movilizaciones, pero el camino es ir todos unidos, no unos por un lado y otros, por el que está fuera de la ley.